Dolor, inflamación y dificultad para mover las articulaciones son los principales síntomas de la artrosis, enfermedad degenerativa ligada al envejecimiento, que si bien afecta principalmente a manos, caderas, rodillas y columna, también puede darse en otras partes como el tobillo.
Este último caso, se produce principalmente por una lesión traumática como fractura o esguince. El doctor Diego Zanolli, traumatólogo del Equipo de Pie y Tobillo de Clínica Alemana, explica que una articulación dañada es siete veces más susceptible de desarrollar artrosis que una normal, además se generan proteínas que pueden perjudicar aún más las células del cartílago.
Otras causas posibles de la artrosis de tobillo son tener artritis reumatoídea u osteoartrosis primaria degenerativa.
“La artrosis de tobillo es un problema severo y tan debilitante como la artrosis de cadera, además, su prevalencia va en aumento, en los Estados Unidos, por ejemplo, se diagnostican 50 mil casos nuevos al año”, afirma.
Por eso es tan importante tratar esta patología, para evitar que el desgaste del cartílago progrese hasta un punto en que sea invalidante.
El diagnóstico se hace mediante un examen físico realizado por un traumatólogo y con unas radiografías simples de tobillo en carga. Esto puede complementarse con otras imágenes, como tomografía axial computada, la resonancia nuclear magnética y el SPECT CT.
El tratamiento de artrosis de tobillo puede ser conservador o quirúrgico. En el primer caso, implica modificar las actividades deportivas y limitar las de impacto. También incluye modificar el calzado, tomar medicamentos para la artrosis y antiinflamatorios, además de infiltraciones con corticoides del tobillo.
Cuando los tratamientos conservadores no son suficientes, existen alternativas como las osteotomías para realinear las articulaciones, las artrodesis que las fijan y alivian el dolor, y las prótesis de tobillo.
Si bien existen factores de riesgo que no se pueden modificar, como tener una lesión o artritis reumatoidea, hay otros que sí pueden cambiarse para prevenir o retrasar la aparición de artrosis de tobillo. Estos son mantener un peso adecuado, practicar actividad deportiva compatible con la enfermedad y realizarse controles regulares con el traumatólogo.
Es parte del Departamento de Traumatología y se ocupa del diagnóstico y tratamiento de las distintas enfermedades que afectan a esta articulación, entre ellas lesiones deportivas (como tendinitis por sobreuso), patologías degenerativas, artrosis y deformidades.