El tabaco mata a casi 6 millones de personas al año, de las cuales más de 5 millones son consumidores directos y más de 600.000 son no fumadores expuestos al humo ajeno. En última instancia, hasta la mitad de los consumidores actuales podrían morir por una enfermedad relacionada con el tabaco, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por esta misma razón es que cada vez hay más personas intentando dejar este hábito, por su bien y el de quienes lo rodean. En el último tiempo diversas marcas han comenzado a ofrecer el cigarrillo o vaporizador electrónico como una alternativa para sustituir el tabaco y dejar de fumar.
Tienen distintos diseños, algunos imitan el cigarro de tabaco y otros tratan de que sea lo más distinto posible. Estos dispositivos utilizan una resistencia y batería de pequeño tamaño para calentar y vaporizar una solución líquida. Este vapor puede liberar nicotina o incluir solamente aromas.
Si bien fueron creados como para dejar de fumar bajando progresivamente los niveles de nicotina, también se usan para poder seguir «fumando» en lugares donde está prohibido.
El doctor Fernando Descalzi, broncopulmonar del Programa “A todo pulmón” de Clínica Alemana, explica que “los cigarrillos electrónicos contienen nicotina y su vapor calentado al máximo y aspirado profundamente, puede generar formaldehído, una sustancia que lo hace entre cinco y 15 veces más cancerígeno que el tabaco común, según estudios recientes”.
De hecho, este año la New England Journal of Medicine publicó un estudio que demuestra que no solo no son efectivos para dejar de fumar, sino que además dentro de los compuestos que contienen existen algunos que son tóxicos para la salud y que, al igual que el tabaco, pueden producir cáncer.
Si la meta es dejar de fumar, se recomienda recurrir a una terapia integral que incluya métodos convencionales de reemplazo de nicotina y apoyo psicológico.
Por lo tanto, si la meta es dejar de fumar, el broncopulmonar recomienda recurrir a una terapia integral que incluya métodos convencionales de reemplazo de nicotina y apoyo psicológico. “Existen medicamentos –pastillasparches y chicles- que intervienen con la dopamina (droga del placer) en el cerebro para manejar los síntomas de abstinencia del tabaco”, agrega el doctor Descalzi.
En cuanto al apoyo psicológico, este es fundamental para disminuir la ansiedad, enfrentar el estrés y evitar las recaídas, de manera tal que el tratamiento sea efectivo y le permita dejar de fumar para toda la vida, que es la meta.
Programa de Detección Precoz Cáncer Pulmonar