En Clínica Alemana de La Dehesa
Con éxito se realizó la primera intervención de válvula mitral percutánea “valve in valve” en Chile, en una paciente de Clínica Alemana, Margarita Reyes, de 74 años, quien fue diagnosticada con una valvulopatía mitral reumática, es decir, su válvula mitral ya no funcionaba de manera correcta y filtraba sangre del ventrículo izquierdo a la aurícula. Para repararla, ella ya había sido operada el año 1989. Luego, el año 2006, fue necesario reemplazarla por una de tejido biológico, la que empezó a fallar a fines del año pasado. Ambas intervenciones fueron a corazón abierto.
“En diciembre salí a hacer las compras de Navidad y me sentía cansada, me dolían las piernas, no era capaz de andar. Ahí empezó el drama, pero no me quejé, fui al doctor y sola hice los trámites para operarme. Hace poco, mi nieto me pidió que le hiciera calzones rotos, pero no pude amasar ni un kilo de harina, cuando antes hacía hasta 70 empanadas. Tampoco tenía ganas de nada”, cuenta Margarita.
Debido a su edad y a otras condiciones de salud, como asma bronquial severa, hipotiroidismo, hipertensión arterial y arritmia, era riesgoso hacer una nueva intervención de ese tipo, por lo que el equipo médico optó por este novedoso implante de válvula mitral percutánea dentro de la válvula biológica que ya tenía, procedimiento realizado por el equipo de cardiocirugía de Clínica Alemana, liderado por el doctor Michael Howard. Este grupo médico también tiene la mayor experiencia en el país en implantes de válvulas percutáneas, procedimiento conocido como TAVI (por la sigla en inglés Transcatheter Aortic Valve Implantation), de las cuales ya se han efectuado 45 intervenciones exitosas.
El especialista comenta que “en el mundo de las cirugías cardiacas, los remplazos valvulares biológicos son cada vez más comunes en personas de edad media y avanzada. En Chile, se instalan alrededor de 1.500 al año, pero como estas válvulas tienen una vida limitada, es posible que en el futuro, estos pacientes puedan requerir nuevas intervenciones, siendo el “valve in valve” una alternativa atractiva y mínimamente invasiva, como ocurrió en este caso”.
¿Cómo se realiza la cirugía?
Las válvulas cardiacas pueden desgastarse y dejar de funcionar como corresponde, filtrando sangre de una cavidad a otra. Cuando falla la válvula mitral, llega sangre de alta presión a la aurícula izquierda y de ahí hacia los pulmones. Por eso, estos se “atoran” de sangre, la persona no puede respirar bien y se cansa más de la cuenta.
Frente a este diagnóstico, lo que se hace habitualmente es una cirugía a corazón abierto, donde se cambia la válvula completa. Pero si no es posible realizar esta operación, existe la opción del implante percutáneo con la técnica “valve in valve” por vía transapical en corazón latiendo.
“Hacemos una pequeña incisión de alrededor de cuatro cm., entre las costillas, localizando la punta del corazón y, desde ahí y mediante manejo con radiología intervencional y el uso de medio de contraste, se introduce la nueva válvula a través de un catéter. Al llegar donde está la válvula antigua, esta se dilata con un globo y se implanta la nueva, que queda firme por presión”, explica el doctor Howard.
Las ventajas de esta intervención son que es mínimamente invasiva, dura un par de horas y en dos o tres días, la persona es dada de alta. La válvula utilizada está hecha con tejido animal (pericardio bovino) y es de la empresa Edwards Lifesciences, modelo Sapien XT.
Después de ser dada de alta, Margarita agradece esta posibilidad: “Esto es un sueño para vivir más años y estoy feliz porque me tocó a mí. La recuperación también ha sido muy buena, el mismo día en la noche me hicieron caminar un poco y al día siguiente más. El kinesiólogo me preguntaba si estaba cansada, pero no. Noté el cambio inmediatamente, fue como si me hubieran sacado todo y puesto algo nuevo. Ahora volveré a cocinar e iré a ver a los que viven fuera de Santiago, porque me perdí sus cumpleaños. Mi marido me dice que nos vamos a volver locos saliendo”.
TAVI en Clínica Alemana
El programa TAVI de Clínica Alemana se inicio el año 2010, luego de un periodo de entrenamiento de todo el equipo médico en Francia, con el inventor de esta técnica, el profesor Alain Cribier.
Los procedimientos son realizados por un equipo médico multidisciplinario, integrado por cardiocirujanos, cardiólogos intervencionistas, anestesiólogos cardiovasculares, médicos radiólogos especialistas en imágenes, tecnólogos, enfermeras y arsenaleras.
Además, Clínica Alemana cuenta con los dos únicos médicos del país acreditados como “proctor” en esta técnica en Chile, es decir, médicos especialistas entrenados para enseñarla a otros grupos con menor experiencia en distintas partes del mundo, los doctores Michael Howard y Gabriel Maluenda.