El control de esfínter se adquiere cuando el menor está maduro para ello, no se le puede presionar ni apurar para obtener resultados positivos. Es importante que se le enseñe en un contexto de amor y comprensión.
Idealmente, no se recomienda partir cuando hay una situación de estrés familiar, por ejemplo, si ha llegado un nuevo integrante a la familia, hay un cambio de casa o está por entrar al jardín. No ocupar más pañales es un momento importante en su vida y necesita tranquilidad y seguridad.
Hasta los 5 años, es normal que sufran accidentes de control de esfínter en la noche, durante el sueño; después de esa edad, se sugiere consultar con un especialista.
Entre los 15 y 18 meses: recién algunos pequeños comienzan a percibir la sensación de vejiga llena.
Entre los 18 y 24 meses: empiezan a expresar el deseo de hacer pipí, pero no tienen la capacidad de retener más que algunos minutos. Cuando el niño logra estar seco por tres horas es posible retirar los pañales.
A los 36 meses: la mayor parte de los niños logra control de esfínter diurno.
Se recomienda que durante el proceso de aprender a hacer pipí sin pañal se lleve al niño al baño apenas se despierte, cada tres horas durante el día y antes de acostarse. Hasta los 5 años, es normal que sufran accidentes de control de esfínter en la noche; después de esa edad, se sugiere consultar con un especialista, ya que puede estar relacionado con problemas fisiológicos o psicológicos.
Este artículo se realizó con la colaboración del Dr. Felipe Cavagnaro, nefrólogo infantil de Clínica Alemana.
