En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, es importante recordar que esta epidemia causa más de 8 millones de muertes anuales, convirtiéndose en uno de los principales problemas de salud pública en todo el mundo.
Según la Organización Mundial de la Salud, el consumo de cigarrillos en nuestro país es del 30%, siendo uno de los más altos de todo el continente. Sin embargo, ha habido una disminución significativa desde el histórico 45% que teníamos hace 2 décadas.
A pesar de los riesgos conocidos, fumar es un hábito que aún persiste en la sociedad. Así como también, una gran cantidad de ideas que crean una falsa percepción sobre el tabaco en las personas. A continuación, te explicamos algunas de ellas.
La nicotina es el principal componente del cigarrillo, la cual genera una sensación de relajación. Sin embargo, a largo plazo es un detonante para el aumento de la ansiedad. Te aconsejamos buscar alternativas saludables para manejar el estrés, como grupos de apoyo, ejercicio, meditación o técnicas de respiración.
El fumar habitualmente está directamente relacionado con el desarrollo de distintos tipos de cáncer, como de boca, laringe, tráquea, bronquios, pulmones, esófago ,vejiga, entre otros. Además, es uno de los principales factores que aumenta el riesgo de sufrir patologías cardiovasculares y cerebrovasculares.
La cantidad de alquitrán y otros químicos nocivos en los cigarrillos light, es solo ligeramente menor en relación a los normales, por lo que no son seguros, así como tampoco los electrónicos. Estos últimos, contienen otras sustancias que pueden ser incluso mortales para sus consumidores.
La nicotina crea una fuerte dependencia física y psicológica. Dejar de fumar es un proceso complejo que requiere apoyo y estrategias médicamente probadas. No tener éxito en dejar este hábito, crea frustración. Por lo que si quieres dejar el tabaco, consulta a un especialista para contar con ayuda personalizada. Te recomendamos, nuestro programa A todo pulmón, el cual cuenta con un tratamiento multidisciplinario que te entregará la orientación y terapia que necesitas.
También la salud de los fumadores pasivos se ve impactada: se considera que la exposición al humo del cigarrillo también es nocivo, ya que contiene todos los carcinógenos identificados en el humo inhalado directamente por el fumador.
Hay quienes suben unos kilos debido a que su nivel de ansiedad aumenta durante el período de abstinencia. Por otra parte, el consumo de tabaco disminuye el apetito y acelera el metabolismo. Además, al recuperar el sentido del olfato y el gusto, los alimentos pueden resultar más atractivos, lo que puede llevar a comer más.
Sin embargo, después de aproximadamente 6 meses de haber dejado de fumar, el cuerpo alcanza un equilibrio y las dificultades para controlar el peso disminuyen. Es importante tener en cuenta que este cambio se puede apoyar con una dieta saludable y actividad física regular.
Busca alternativas saludables para mejorar la concentración, como dormir bien, realizar ejercicio y llevar una dieta equilibrada.
Si estás pensando en dejar de fumar, ¡no lo dudes! Te recomendamos buscar ayuda profesional y utilizar los recursos disponibles para lograrlo. Tu salud te lo agradecerá.