Estudio de Clínica Alemana
Durante agosto de 2015, Clínica Alemana realizó una encuesta sobre el uso de teléfono inteligente o smartphone entre sus pacientes. Las cifras indican que el 58% de la muestra lo considera imprescindible o muy importante en su vida diaria y al 73% le proporciona bastante o mucha tranquilidad.
Los encuestados fueron hombres y mujeres mayores de 18 años, quienes recibieron las preguntas vía correo electrónico.
Pero ¿cuál es la línea que divide el uso del abuso en relación a un aparato electrónico? Solange Anuch, psicóloga de Clínica Alemana, explica que cuando un individuo comienza a experimentar que nunca es suficiente todo lo que hace y todo lo que logra cuando utiliza su smartphone, y que al mismo tiempo, siempre necesita más de él, se está frente a un problema que puede llegar a convertirse en una patología.
Un 68% de los encuestados afirmó que utiliza el smartphone antes de irse a dormir. En ese mismo horario, el 63% de los hombres revisa su correo electrónico y el 61% de las mujeres utiliza chat.
Asegura que “lo importante es educar en el buen uso de la tecnología, mostrando las ventajas y desventajas para prevenir complicaciones futuras. Se debe estar atento frente a la sensación de ansiedad, preocupación y angustia cuando no se tiene el aparato, ya que quiere decir que la situación se ha escapado de las manos. Sobre todo si aparecen síntomas de abstinencia como trastornos del sueño, angustia, dificultades de concentración, síndrome de vibración (sentir que el smartphone suena aunque esté apagado), nerviosismo, irritabilidad, revisar en forma constante los mensajes sin poder renunciar a hacerlo y contestarlos de forma compulsiva y rápida”.
Un 68% de los encuestados afirmó que utiliza el smartphone antes de irse a dormir. En ese mismo horario, el 63% de los hombres revisa su correo electrónico y el 61% de las mujeres utiliza chat.
De acuerdo al Dr. Leonardo Serra, neurólogo del Centro del Sueño de Clínica Alemana, estas cifras son preocupantes, sobre todo por el nivel de interferencia que provocan en la calidad del sueño. “En las noches las personas deben relajarse, pero si están mirando correos del trabajo les va a costar mucho desconectarse o apagar su cabeza para quedarse dormidos”, asegura.
El especialista agrega que, además de la ansiedad laboral que provoca revisar los mensajes hasta último momento, la luz del aparato genera problemas fisiológicos en el organismo, ya que el estímulo luminoso de la pantalla inhibe la secreción de melatonina, hormona que regula el sueño, retrasando el comienzo de este, lo que se puede traducir finalmente en insomnio.