En el mundo entero hay unos 47,5 millones de personas que padecen demencia. Entre el 60 y 70% de estos casos corresponde a la enfermedad de Alzheimer, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud. Esta patología es neurodegenerativa y provoca una progresiva pérdida de la capacidad intelectual y física, de hecho es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo.
Con el propósito de sensibilizar a la sociedad sobre este tema, se ha instaurado el 21 de septiembre como el el Día Mundial del Alzheimer, iniciativa a la que Clínica Alemana se suma todos los años realizando la Semana del Alzheimer del 21 al 28 de este mes.
Esta iniciativa incluye dos charlas sin costo dictadas por especialistas en este tema. En una de ellas se explicará cuándo sospechar si alguien padece Alzheimer y los desafíos que implica la convivencia familiar si un integrante tiene esta enfermedad.
El objetivo es ayudar a cuidadores y familiares a sobrellevar de la mejor manera posible los cambios que experimentan las personas afectadas por esta patología, cuyos principales síntomas son tendencia al olvido y a repetir, pérdida de la noción del tiempo y desubicación en el espacio.
La doctora María Isabel Behrens, neuróloga jefa de la Unidad de trastornos Cognitivos de Clínica Alemana, explica que mientras antes se consulte es mejor porque si bien no existe hasta ahora un tratamiento curativo de la enfermedad, los medicamentos con que se dispone permiten retrasar la progresión de la enfermedad y de esta manera mantener las capacidades intelectuales por más tiempo. Además, es importante consultar precozmente para diagnosticar y tratar las causas reversibles de deterioro cognitivo.
Se sabe que la enfermedad de Alzheimer tiene un componente hereditario, por lo que tener un familiar con esta patología aumenta el riesgo de padecerla. Sin embargo, las formas propiamente hereditarias son muy poco frecuentes, la más común es la de tipo esporádica, es decir, no hereditaria.
Aunque no existe un tratamiento preventivo, siempre es posible hacer algo al respecto. Las principales recomendaciones son estar activo tanto física como mentalmente, haciendo ejercicio, baile, yoga, haciendo puzzles, leyendo o jugando cartas, por ejemplo. También es importante tener una alimentación saludable y mantener controladas las enfermedades crónicas como hipertensión, diabetes, colesterol alto, entre otras, ya que se sabe que su presencia en la edad media de la vida es un factor de riesgo de demencia.
Asimismo, es relevante realizar vida social, como visitar amigos, participar de reuniones familiares, inscribirse en cursos de arte, tejido, entre otras actividades.