Desde los 60 años, la visión, al igual que varios órganos del cuerpo, empieza a deteriorarse. Además, a esta edad, otras patologías pueden afectar la salud ocular, como diabetes e hipertensión. Muchas veces esto ocurre sin mayores manifestaciones, por eso es indispensable consultar a tiempo y realizarse chequeos médicos periódicos.
“Las principales enfermedades visuales en el adulto mayor son cataratas, glaucoma y degeneración macular relacionada con la edad”, afirma el doctor Andrés Eggers, oftalmólogo de Clínica Alemana.
Cataratas: se produce cuando el cristalino -especie de lente natural del ojo- se pone opaco debido a la descomposición de sus proteínas, fenómeno que ocurre al envejecer. Si progresa en ambos ojos –que es lo más frecuente- produce ceguera, que es reversible con cirugía, la que remplaza el cristalino por un lente artificial que dura toda la vida, con un excelente resultado. Si bien, en general, no se puede prevenir, en las personas diabéticas sí es posible retrasar su desarrollo con un adecuado control de su glicemia.
Glaucoma: enfermedad del nervio óptico producida, principalmente, por la elevada presión intraocular. Esto puede provocar un daño progresivo de las fibras de esta zona, encargadas de llevar la información de la retina a la corteza cerebral, que es la que finalmente ve. Puede darse desde una pequeña pérdida del campo visual hasta ceguera irreversible. El tratamiento consiste en reducir la presión intraocular con gotas, en un principio, y si no responde, con láser o cirugía.
Degeneración macular relacionada con la edad: consiste en el crecimiento de un grupo de vasos sanguíneos en la mácula –centro de la retina y área encargada de la visión central- que exudan fluidos y sangre, los que forman un tejido fibroso. Esto produce pérdida de la visión para leer, escribir y detalles. Suele ser bilateral, aunque la gravedad puede ser distinta en ambos ojos, por lo que es aconsejable el control y autovigilancia, debido al alto riesgo de compromiso que hay. Esta enfermedad tiene dos formas clínicas: la atrófica o seca, que no tiene tratamiento, y la húmeda, que causa las mayores dificultades visuales y puede tratarse aplicando inyecciones de antiangiogénicos dentro del ojo, de manera ambulatoria durante largos periodos de tiempo.
Otras patologías oculares comunes en la tercera edad son, a nivel de párpados, entropión y ectropión, en que debido a la laxitud de los tejidos, estos se tuercen hacia adentro o afuera respectivamente; la hipolacrimia o reducción en la producción de lágrimas, especialmente en mujeres; y la retinopatía diabética en quienes tienen diabetes.