Es una de las cirugías estéticas más frecuentes y se trata de un procedimiento quirúrgico en el que se extrae grasa del cuerpo de aquellas zonas donde es excesiva, como cara, cuello, brazos, caderas, muslos, rodillas y abdomen, entre otras.
El doctor Patricio Léniz, jefe de la Unidad de Cirugía Plástica y Estética de Clínica Alemana, explica que para someterse a una liposucción es fundamental ser evaluado por un especialista que realice un adecuado estudio preoperatorio que descarte contraindicaciones médicas, por ejemplo, patologías cardiacas, trastornos psiquiátricos de alimentación u otros asociados a dismorfias (preocupación excesiva por un defecto físico), y obesidad (IMC superior a 28 o 30).
Este procedimiento se hace por medio de cánulas o tubos que se introducen a través de pequeñas incisiones cercanas al área que se va a intervenir, los que se conectan a una máquina succionadora que genera presión negativa y permite eliminar la grasa que se quiere remover.
En ocasiones, esta remoción de grasa va acompañada de reinyecciones de tejido adiposo en áreas donde se necesita aumentar el volumen, como glúteos. De este modo, se puede modelar los contornos de la figura, técnica que se denomina lipoescultura.
Se realiza con anestesia general o local acompañada de sedación dependiendo de la extensión del procedimiento, el que puede durar desde 30 minutos hasta dos horas o más. Los resultados definitivos se pueden ver después de tres meses.
Los cuidados luego de la cirugía son hospitalización, medicamentos y uso de una faja de liposucción por alrededor de un mes y medio. Además, se deben realizar drenajes linfáticos y hacer reposo relativo.
Para someterse a una liposucción es fundamental ser evaluado por un especialista que realice un adecuado estudio preoperatorio que descarte contraindicaciones médicas.
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Equipo de Cirugía Plástica y Reconstructiva