En Chile, los accidentes de tránsito son la primera causa de muerte de niños de entre 0 y 14 años, según cifras de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito, Conaset. Asimismo, en una década murieron más de 1.300 menores de 18 años y alrededor de 80.000 quedaron lesionados.
Por esto, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones inició una campaña de seguridad vial para los niños, sumándose a la iniciativa “Tercera Semana Mundial de las Naciones Unidas para la Seguridad Vial”, realizada en mayo. En la ocasión, se dieron a conocer estrategias para preservar la seguridad de los menores en las carreteras, ya que en el mundo mueren más de 180 mil niños por esta causa, cada año.
Una de las medidas de seguridad es el uso de silla de auto (nido, silla, butaca o alzador), elemento de seguridad pasiva más eficaz para proteger la vida de un menor en caso de accidente, ya que evita que salga expulsado del vehículo y disminuye las lesiones por el efecto “látigo”.
- La silla debe ser la que corresponde a la edad y peso del niño.
- Es indispensable que la silla esté bien anclada al asiento. Además, los arneses deben ajustarse al cuerpo y no debe caber más de un dedo entre la correa y el pecho. En butacas, el cinturón tiene que pasar por la clavícula y, en alzadores, por las caderas.
- Los menores de ocho años tienen prohibido ir en los asientos delanteros y se aconseja que hasta los 12 años, los niños vayan atrás con la silla adecuada.
- Las sillas tienen fecha de vencimiento, por eso, hay que remplazarlas cuando corresponde o si estuvo involucrada en un accidente.
• Este artículo fue realizado con la colaboración de Ana María Lukacs, enfermera jefe de la Urgencia Escolar de Clínica Alemana.