Desde sus inicios, el yoga es considerado en India una disciplina asociada al bienestar personal, mediante el control de la mente y la ejercitación del cuerpo.
Esta práctica milenaria en oriente combina ejercicios de estiramiento, fortalecimiento muscular, respiración controlada y relajación. El doctor Gonzalo Fernández, deportólogo de Clínica Alemana, explica que en general es un ejercicio muy completo, dado que permite un trabajo integral de la musculatura.
Sin embargo, como existen distintos tipos de yoga, con estilos, formas e intensidades diferentes, existen ciertas variaciones de técnicas que se deben considerar. Algunas están más orientadas a mejorar la alineación postural, otras la flexibilidad o la fuerza. Por eso es importante, averiguar y elegir aquella que esté más acorde con las necesidades y expectativas.
Un estudio publicado en diciembre del 2014 en la prestigiosa revista científica British Medical Journal, sostiene que el yoga puede reducir significativamente los factores de riesgo cardiovascular, incluyendo el índice de masa corporal, la presión arterial y el colesterol malo (LDL), con ventajas similares a las que tienen actividades aeróbicas como andar en bicicleta o caminar rápido.
A eso se suman los beneficios en términos de salud mental, ya que de acuerdo a publicaciones de la Mayo Clinic, esta disciplina reúne aspectos físicos y mentales que contribuyen a lograr tranquilidad del cuerpo y la mente, lo que ayuda a relajarse y controlar el estrés y la ansiedad.
El yoga puede reducir significativamente los factores de riesgo cardiovascular, incluyendo el índice de masa corporal, la presión arterial y el colesterol malo (LDL).
Uno de los principales beneficios del yoga es que está indicado para prácticamente cualquier persona y, si se realiza de manera adecuada, existe poco riesgo de lesiones. De hecho, puede mejorar considerablemente la calidad de vida en adultos mayores porque es de bajo impacto para las articulaciones, ayuda al equilibrio y tonifica la musculatura. “Es muy útil como ejercicio por sí mismo así como complemento para otros deportes”, agrega el doctor Fernández.
Sin embargo, precisa que antes de comenzar a practicar esta disciplina, es importante, realizar una evaluación médica para determinar si existen lesiones, sobre todo crónicas, u otras condiciones que pudieran verse afectadas con esta práctica.
Respecto a la frecuencia con que se debe realizar, el especialista aconseja entre dos y tres veces por semana e, idealmente, complementarla con alguna disciplina más aeróbica para desarrollar todo el potencial físico de la persona.