La kinesiología y la nutrición son pilares fundamentales en varios procesos de recuperación y mejora de la calidad de vida de los pacientes, por eso Clínica Alemana los saluda en su día, que se celebra cada 6 de mayo.
La kinesiología es una disciplina del área de la salud que se basa en el estudio del movimiento humano, con el objetivo de acortar los tiempos de recuperación y alcanzar el máximo de capacidades funcionales de un individuo.
Este objetivo se logra mediante un proceso reflexivo que realiza el kinesiólogo a través de la evaluación del paciente, con el que obtiene los elementos necesarios para plantear objetivos terapéuticos y tomar la decisión de las intervenciones a realizar para obtener el mejor resultado funcional posible.
En la actualidad, existen varias áreas de desarrollo en kinesiología, como:
El kinesiólogo es un profesional que acompaña al paciente desde un proceso agudo hospitalario hasta el ambulatorio, incorporando estrategias de tratamiento que apuntan a recuperar su funcionalidad, para lograr el reintegro a sus actividades cotidianas, contribuyendo a mejorar su calidad de vida.
Dentro de estas acciones, este profesional aporta desde el punto de vista clínico y, como gestor, promueve el trabajo en equipo, involucrándose en la toma de decisiones tanto del manejo del paciente como del funcionamiento organizativo de las unidades. Además, resuelve problemas clínicos y administrativos derivados de su ejercicio profesional, considerando la cultura organizacional, guías y protocolos de trabajo.
Bajar unos kilos de más, sufrir de enfermedades metabólicas relacionadas con los hábitos alimenticios o, simplemente, querer llevar una vida sana, son algunas de las causas por las que las personas consultan al nutricionista.
El rol de este profesional es realizar una evaluación nutricional y, en función de esta y de su condición de salud (patologías asociadas), indicar una dietoterapia. Esto significa que diseña un régimen para cada persona, con un objetivo terapéutico que busca mejorar alguna alteración o síndrome mediante el cambio del estilo de vida (dieta y ejercicio). Para lograr esto, debe educar al paciente respecto de sus hábitos alimentarios.
Quienes tienen patologías crónicas como hipertensión, diabetes o dislipidemia, necesitan complementar el manejo de su enfermedad con una buena alimentación. Ellos pueden consultar en forma espontánea o ser derivados por su médico tratante, ya que todas las alteraciones metabólica están vinculada con los hábitos alimenticios y deberían ser atendidas por un nutricionista.
Este artículo fue realizado con la colaboración de Viviane Hidalgo, subjefe del Servicio de medicina Física y Rehabilitación, y la Dra. Jennifer Humphreys, jefa de la Unidad de Nutrición y Diabetes, ambas de Clínica Alemana.