Quienes alguna vez han despertado con un calambresaben lo doloroso que puederesultar. Este molesto visitante nocturno consiste en una contracción muscular benigna que aparece en estado de reposo y que afecta, en la mayoría de los casos, los músculos flexores principalmente delas piernas (dedos y pantorrilla).
El dolor puede variar en intensidad y durar desde unos segundos hasta 15 minutos o más. Si bien la causa de este fenómeno es desconocida, se sabe que existen factores de riesgos como embarazo, edad (envejecimiento), actividad deportiva intensa ydietainadecuada (aporte insuficiente desales minerales y fibras).
Los calambres en sí no son una enfermedad, pero algunas personas los presentan con frecuencia, sin asociarse a otras alteraciones. Esto se ha denominado síndrome de calambre y fasciculación (contracciones musculares involuntarias y pequeñas). Cuando ocurren con regularidad y ocasionan fuertes molestias es preciso acudir al especialista.
El doctor Renato Verdugo, neurólogo de Clínica Alemana,explica que el calambre, acompañado de debilidad y atrofia muscular, puede ser signo de una patología de los músculos, nervios periféricos o del Sistema Nervioso Central,pero rara vez,es expresión de una enfermedad grave.
Si bien los calambres nocturnos, generalmente, toman por sorpresa, es posible prevenirlos o al menos disminuirlos con las siguientes medidas:
- Permanecer hidratado: ayuda a que los músculos se contraigan y relajen con mayor facilidad.
- Hacer un poco de ejercicio antes de ir a dormir: no se requiere que sean extenuantes (10 minutos bicicleta) y elongar las zonas musculares.
- Escoger el calzado correcto: usar zapatos que ofrezcan un buen apoyo.
- Aflojar la ropa de cama: no colocar frazadas que resulten pesadas para la zona de las piernas.
- Evitar el frío en las extremidades en las tardes y en la noche, ya que este puede favorecer los calambres.