El virus es de la misma familia del dengue y la fiebre amarilla, pero sus síntomas son generalmente más leves. Es transmitido por un mosquito (Aedes aegypti) desde un animal o humano infectado a otro. Las picaduras solo se producen durante el día; ya que este insecto no actúa de noche.
La infección se manifiesta entre 3 y 12 días después de la picadura y sus síntomas son habitualmente leves: con fiebre baja, dolores articulares y erupciones en la piel (total o por zonas) que dura entre 4 y 6 días.
Como medidas de protección se recomienda prevenir las picaduras de mosquito de la siguiente forma:
- Usar ropa que cubra la mayor superficie posible de piel.
- Aplicar un repelente con DEET (concentración de 30-50%) en las zonas descubiertas de su piel. En niños, debe usarse DEET en concentraciones menores a 30%. Aplicar en primer lugar el bloqueador solar y después el repelente.
- Impregnar la ropa con un insecticida específico para ropa y telas a base de permetrina.
- Los mosquitos no pican en lugares con aire acondicionado. Si no se dispone de habitación con aire acondicionado; es necesario:
- Se recomienda especial precaución a las mujeres embarazadas, ya que se ha asociado el aumento de casos de recién nacidos con microcefalia (desarrollo insuficiente del cráneo) con la infección del virus en algunas zonas de Brasil.
No hay vacuna ni un tratamiento específico para esta infección, sólo un manejo sintomático que consiste en descansar, tomar paracetamol para el control de la fiebre e ingerir abundante líquido.
Este artículo se realizó con la colaboración de la doctora Francisca Valdivieso, a cargo del Programa Medicina del Viajero de Clínica Alemana.