Ser extrovertidos, rebeldes o muy independientes, son algunas de las características que a veces se les atribuyen a los hermanos del medio. Algunos dicen que estas actitudes pueden ser adoptadas por el niño para hacerse notar entre el mayor y el más pequeño de la familia.
Al respecto, Francisco Jaume, psicólogo infantil de Clínica Alemana, explica que “si bien la personalidad no depende del lugar en sí mismo que se tenga entre los hijos, esto sí puede ser una variable, especialmente en la medida en que la familia tenga creencias preconcebidas y le atribuya a priori ciertas características al niño por el hecho de ocupar esa ubicación”.
El carácter se conforma durante el desarrollo, influenciado por múltiples factores, incluyendo el modo en que los demás, y en especial las figuras significativas, se relacionan con el niño, lo cual se ve afectado por sus propias ideas, creencias, estilos, historias y experiencias de los padres en su infancia.
Lo primeroes que los padres y hermanos estén conscientes de si existen o no creencias preconcebidas acerca de cómo ha de ser la personalidad del hijo del medio, y en qué acciones se ven reflejadas. “Esto es relevante, ya que estas ideas pueden afectar el modo de relacionarse con él en términos de expectativas, atribuciones, legados, deseos, límites, formas de comunicación y pautas de crianza, entre otros factores, y desde ahí ir influenciando su manera de ser en una u otra dirección”, asegura el psicólogo.
Por lo tanto, el desafío de los padres es dejar de lado las preconcepciones respecto a cómo el niño debe ser en función de su lugar en la familia, y ayudarle a construir su propia identidad, favoreciendo su desarrollo libre, consciente y creativo”, destaca.
Considerando esto, es importante también no darle la identidad de “el del medio”, eso es definirlo en función de los demás y no de sí mismos. Esto es relevanteporque lo que requieren los hijos es sentirse vistos en su propia presencia.
En ese sentido, agrega que es clave conversar con el niño acerca de sus sentimientos, ya que al explorar esto y facilitarle su expresión emocional, se le está poniendo en un espacio muy relevante y diciéndole entre líneas que él tiene un lugar de importancia para la madre o el padre. Así, se les da a entender que ellos están disponibles para él, que lo reconocen en su propia identidad y, en definitiva, que lo aman.