Las dos caras del colesterol: el bueno y el malo

14/12/2017
1 min lectura
Las dos caras del colesterol: el bueno y el malo
infarto al miocardio o accidente vascular.

 

Se denomina “bueno” al colesterol HDL (lipoproteína de alta densidad) que actúa llevando parte del colesterol de vuelta al hígado para su metabolización, y así evitar que se deposite en las arterias.

Los alimentos no contienen directamente colesterol bueno, pero sí hay algunos que ayudan a mejorar los niveles de esta lipoproteína.

 

¿Qué alimentos contienen colesterol bueno? ¿Para qué sirve?

 

Los alimentos no contienen directamente colesterol bueno, pero sí hay algunos que ayudan a mejorar los niveles de esta lipoproteína, tales como la palta y el aceite de oliva. Asimismo, la actividad física también ayuda a elevarlo.

 

En la mayoría de las personas, si se mantiene una alimentación saludable y se realiza ejercicio físico regularmente, es posible disminuir el colesterol malo y mantener el bueno. Esto si es que el paciente no tiene una condición genética que produzca hipercolesterolemia.

 

Hay individuos que mantienen un alto nivel de colesterol a pesar de una dieta equilibrada y actividad física, ¿a qué se debe?

 

Estas personas tienen una condición genética particular que hace que el hígado produzca mucho colesterol LDL, independiente de la dieta y de la actividad física que realicen. Estos pacientes, generalmente, deben ser medicados en forma permanente para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

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El colesterol es un tipo de grasa que se encuentra en todas las células del cuerpo. El organismo necesita un poco de esta lipoproteína para la síntesis de algunas hormonas y la formación de membranas celulares. Sin embargo, si se acumula demasiado en la sangre, se favorece la formación de placas, que pueden estrechar las arterias e incluso llegar a bloquearlas.

 

Por eso, los niveles de colesterol elevados en la sangre aumentan el riesgo de enfermedades cardíacas. Asimismo, la edad, antecedentes familiares y sobrepeso son factores de riesgo para que esta lipoproteína se incremente.

 

Al respecto, la doctora Carolina González, nutrióloga de Clínica Alemana, aclara algunas dudas sobre este tema que aqueja a muchas personas.

 

¿De dónde proviene?

 

El colesterol que circula en la sangre viene en un 80% de lo que produce nuestro propio hígado y un 20% de la dieta, es decir, del colesterol presente en los alimentos de origen animal que ingerimos y de las grasas saturadas.

 

¿Por qué se habla de bueno y malo?


Se llama comúnmente 'colesterol malo' a lLDL (lipoproteínas de baja densidad), que es el que sale del hígado hacia los tejidos periféricos para formar parte de membranas y hormonas, pero su exceso se deposita en las arterias y genera placas ateromatosas que pueden llevar a desarrollar una enfermedad cardiovascular, como un infarto al miocardio o accidente vascular.

 

Se denomina “bueno” al colesterol HDL (lipoproteína de alta densidad) que actúa llevando parte del colesterol de vuelta al hígado para su metabolización, y así evitar que se deposite en las arterias.

Los alimentos no contienen directamente colesterol bueno, pero sí hay algunos que ayudan a mejorar los niveles de esta lipoproteína.

 

¿Qué alimentos contienen colesterol bueno? ¿Para qué sirve?

 

Los alimentos no contienen directamente colesterol bueno, pero sí hay algunos que ayudan a mejorar los niveles de esta lipoproteína, tales como la palta y el aceite de oliva. Asimismo, la actividad física también ayuda a elevarlo.

 

En la mayoría de las personas, si se mantiene una alimentación saludable y se realiza ejercicio físico regularmente, es posible disminuir el colesterol malo y mantener el bueno. Esto si es que el paciente no tiene una condición genética que produzca hipercolesterolemia.

 

Hay individuos que mantienen un alto nivel de colesterol a pesar de una dieta equilibrada y actividad física, ¿a qué se debe?

 

Estas personas tienen una condición genética particular que hace que el hígado produzca mucho colesterol LDL, independiente de la dieta y de la actividad física que realicen. Estos pacientes, generalmente, deben ser medicados en forma permanente para disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular.


Esta información es meramente informativa y no sustituye la opinión de un profesional de salud. Ante cualquier síntoma o molestia, te recomendamos consultar con tu médico. Además, ten en cuenta que, debido a la naturaleza cambiante de los temas tratados en este artículo, algunos conceptos pueden sufrir modificaciones desde la fecha original de la publicación.
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