El embarazo es una etapa de cambios para la mujer en todos los aspectos, especialmente físicos. Uno de los más notorios es el aumento de peso. Cuando una embarazada se obsesiona con los kilos y evita engordar, puede haber desarrollado un desorden alimenticio llamado anorexia del embarazo, conocido también como pregorexia.
El diagnóstico se realiza conociendolos antecedentes de la gestante y evaluando su relación con la imagen corporal.
Al respecto, Macarena Silva, psicóloga perinatal de Clínica Alemana, explica que se trata de un problema que puede afectar a cualquier mujer. “Suele verse más en quienes tienen antecedentes de trastornos de conducta alimentaria y en algunas personas que no han sido diagnosticadas de tales, pero que tienen un excesivo control de las cosas, con un alto nivel de autoexigencia en general”, afirma.
El diagnóstico se realiza conociendo los antecedentes de la gestante y evaluando su relación con la imagen corporal. Una conducta a tener en cuenta es“cuando hay excesiva preocupación por el aumento de peso o hay dismorfia corporal, es decir, la persona tiene una visión distorsionada de sí misma, que en este caso, sería el hecho de sentirse excesivamente gordacuando no lo está”, explica.
Es fundamental en un caso así, realizar un seguimiento con especialistas (obstetra, nutricionista, psiquiatra, psicóloga) para apoyar el proceso de gestación, de manera de evitar una desnutrición.
Al respecto, el doctor Juan Víctor Valdivia, ginecólogo de Clínica Alemana, cuenta que en los últimos años, se ha visto un aumento considerable de las mujeres que se preocupan demasiado por la figura, lo que muchas veces puede tener consecuencias muy graves para la salud de la madre, pero sobre todo para el desarrollo del feto:
La psicóloga asegura que en caso de que el problema ya sea un hecho, y la familia o cercanos noten que la embarazada está restringiendo demasiado su alimentación, es importante tomar medidas lo antes posible, acudiendo al médico tratante para que oriente sobre los pasos a seguir.
El doctor Valdivia asegura que'el manejo es generalmente multidisciplinario, ya que debe ser tratado por un equipo integral, compuesto por psiquiatras, nutriólogos, endocrinólogos y obstetras perinatólogos. En este proceso es fundamental el apoyo de la familia'.