Único en Chile:
A la fecha ya son 14 los niños tratados en Clínica Alemana con quimioterapia intra-arterial, técnica de avanzada que se utiliza en casos de retinoblastoma, un tipo de tumor maligno ocular que se presenta en los primeros años de vida, afectando uno o ambos ojos.
El primer paciente sometido a este procedimiento en Chile fue Benjamín Ortega, quien hoy a sus cuatro años puede seguir viendo, gracias a los resultados obtenidos.
Su madre, Disa Silva, cuenta que el diagnóstico no fue una sorpresa: “Sabía que era posible que uno de mis hijos presentara retinoblastoma, porque es hereditario y mi mamá y yo tuvimos. Aunque al nacer Benjamín no tenía nada extraño en la vista, en unas fotos que le sacamos a los cinco meses, le salieron los ojos amarillos. En Viña –donde vivimos– le hicieron algunos exámenes que confirmaron el diagnóstico, y tuvimos que ir a un hospital de Santiago. Ahí debieron extirparle uno de sus ojos y, en el otro, realizaron tratamientos, como quimioterapia, láser y crioterapia”.
Dado que los tumores no cedieron, el doctor Diego Ossandón, oftalmólogo infantil, y la doctora Verónica Pérez, hemato-oncóloga infantil –ambos médicos tratantes de Benjamín–, plantearon la posibilidad de realizarle una quimioterapia intra-arterial en Clínica Alemana, para atacar los cinco tumores que tenía en el ojo izquierdo. Con el primer ciclo, se inactivaron tres y, con el segundo, los otros dos.
El retinoblastoma es el cáncer intraocular más frecuente en la infancia, principalmente, en menores de tres años. La doctora Verónica Pérez explica que, en la mitad de los casos, los niños nacen con una mutación genética que los hace susceptibles a desarrollar este y otros tumores. Asimismo, es habitual que quienes la presentan al nacer, la hayan heredado de sus padres, como en el caso de Benjamín.
Esta enfermedad puede significar la pérdida del ojo afectado, ya que en casos avanzados la única alternativa es realizar una enucleación, cirugía para extraer el ojo y así, extirpar el tumor por completo. Para preservar el globo ocular, es indispensable un diagnóstico temprano y un manejo multidisciplinario, como el que ofrece Clínica Alemana, que se destaca por otorgar un tratamiento integral de esta patología.
El doctor Ossandón explica que “cuando se ha diagnosticado de forma precoz, y sobre todo si hay potencial de visión, se pueden aplicar técnicas de preservación ocular que permiten destruir y reducir el tumor para controlar su evolución sin tener que extraer el ojo. Entre estas alternativas están la quimioterapia sistémica, el láser, la crioterapia, la braquiterapia y la quimioterapia intra-arterial, cuya ventaja respecto a la quimioterapia tradicional por vía sanguínea, es que logra una dosis cien veces mayor para atacar el tumor y se evitan los efectos secundarios generales como pérdida de pelo, riesgos de infección y alteración de diversas mucosas y el sistema digestivo”, asegura el especialista.
Es una técnica muy eficaz en la reducción del tumor y conservación ocular. Se realiza con anestesia general y consiste en inyectar un medicamento contra el cáncer directamente en la arteria oftálmica, la principal vía de irrigación de este órgano, mediante un catéter introducido por la arteria femoral. Es útil tanto para quienes nunca han recibido tratamiento, como en casos avanzados que han fracasado con otro tipo de manejo o que han presentado recurrencia de la enfermedad.
El doctor Paulo Zúñiga, neurorradiólogo intervencionista de Clínica Alemana y quien en conjunto con el Dr. Alvaro Belmar trató a Benjamín, asegura que “el procedimiento en general dura alrededor de dos horas, es muy bien tolerado y los cuidados posteriores durante las primeras horas luego de la intervención, se enfocan principalmente en la vigilancia del sitio de punción y de la extremidad inferior correspondiente, por la eventualidad de que aparezcan complicaciones locales, las que afortunadamente son muy infrecuentes”, dice.
El doctor Ossandón sostiene que, a medida que los países son más desarrollados y van mejorando sus estándares de salud, el diagnóstico de esta enfermedad es más precoz y los tratamientos más avanzados, lo que permite preservar el ojo y la visión en un mayor porcentaje de pacientes. “Clínica Alemana está a la vanguardia a nivel nacional en el manejo de esta enfermedad, dado que contamos con múltiples herramientas terapéuticas, las que se utilizan según un protocolo definido para cada caso”.
Actualmente, los tumores de Benjamín siguen inactivos y su mamá cuenta que él está feliz con la prótesis que le pusieron en lugar del ojo extirpado: “Cuando se la estaban haciendo, decía que quería que se la pusieran luego y, después, se miraba al espejo y decía “¡Dos ojos mamá!” y a las personas que veía en la calle también les mostraba orgulloso”, concluye Disa.
Al momento del diagnóstico y planificación del tratamiento, así como en el seguimiento de los pacientes portadores de retinoblastoma, la resonancia magnética cumple un rol fundamental. La doctora Ximena Stecher, neurorradióloga de Clínica Alemana, explica que “en la institución se ha desarrollado un protocolo de examen específico para esta compleja enfermedad, en que se evalúa tanto el cerebro del niño como las órbitas, usando para estas últimas, una bobina de superficie que entrega una excelente definición de las estructuras de los globos oculares y los nervios ópticos”.
Es primordial que estos estudios sean realizados por personal capacitado e interpretados por neurorradiólogos con experiencia en esta patología infantil, los que evalúan las imágenes según los antecedentes que aportan los oftalmólogos y oncólogos, con los que trabajan en estrecho contacto.
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