Botiquín y primeros auxilios:
El verano es una invitación abierta a disfrutar de todos los espacios disponibles. El campo, la playa, los cerros son solo algunas de las opciones, pero junto con ello las posibilidades de sufrir un accidente aumentan.
Para ello, se sugiere siempre estar preparado para atender y aliviar pequeñas molestias, síntomas leves o trastornos menores. El botiquín de medicamentos bien completo y surtido puede salvar este tipo de percances.
Se recomienda que el maletín de primeros auxilios sea una caja de plástico, espaciosa, resistente, transparente, fácil de transportar y de abrir. También, que esté guardado en un lugar de acceso conocido para los adultos y fuera del alcance de los niños.
Para curación y fijación
• Apósitos.
• Tela adhesiva.
• Gasa estéril.
• Vendas de gasa.
• Tijeras.
• Férulas (palos de helado).
• Cartón 10 x 15 cms. (tamaño de la muñeca).
• Termómetro axilar.
• Compresas frío/calor.
• Alcohol gel.
• Jabón neutro.
• Suero fisiológico.
• Alcohol al 70%.
• Guantes clínicos.
• Mantener fuera del alcance de los niños, en un lugar conocido y de fácil acceso para los adultos.
• Revisar periódicamente las fechas de vencimiento y el estado de los materiales.
• Reponer lo que se ha utilizado y mantenerlo ordenado.
• Guardar en un lugar fresco y seco.
Además, siempre es importante saber de primeros auxilios en casos de emergencias como por ejemplo ante quemaduras por líquidos calientes, herida abierta simple, golpe sin pérdida de conciencia, entre otros.
Si se trata de una lesión en algún tejido del cuerpo provocada por factores externos como calor, sustancias químicas, descargas eléctricas, se debe considerar lo siguiente:
• Tranquilizar al afectado.
• Retirar rápidamente los anillos, relojes, pulseras, cadenas o cualquier otro elemento con cuidado, ya que el edema (hinchazón) del área afectada puede comprometer la circulación de la sangre local y causar un daño adicional.
• No quitar la ropa especialmente si está adherida a la piel. Solo retirarla en caso de que esté impregnada de productos químicos o hirvientes.
• Aplicar compresas de agua fría sobre la lesión o poner la zona afectada bajo un chorro de agua fría, por lo menos durante diez minutos o incluso más. No usar hielo sobre la zona quemada.
• Cubrir la zona afectada con apósitos estériles del botiquín o paños muy limpios (sábanas o fundas de almohadas) y humedecidos.
• En quemaduras de pies o manos separar cada dedo con una gasa húmeda del botiquín antes de poner la venda.
• Si hay quemaduras en la cara o cuello colocar una almohada o cojín debajo de los hombros. Controlar la respiración y el pulso.
• Trasladar al accidentado rápidamente al servicio de urgencia.
Es importante destacar no se debe pinchar ni romper las ampollas. Tampoco aplicar cremas, pomadas o cualquier otro medicamento o producto, especialmente crema dental, mantequilla o aceites.
• Lavarse las manos y dejar correr abundante agua sobre la herida. Limpiar con jabón neutro del botiquín la piel que la rodea.
• Eliminar cuerpos extraños como piedrecillas, tierra, astillas y otros que no estén incrustados.
• Aplicar antiséptico del botiquín en los bordes de la herida.
• Cubrir con gasa o apósito estéril, nunca con algodón. Fijar con tela adhesiva o una venda.
• Colocar hielo en la zona afectada, a lo menos durante 10 minutos.
• Si además hay heridas lavar con agua corriente.
• Si persiste el dolor acudir al servicio de urgencia.
• Sentar al paciente con la cabeza inclinada hacia delante y presionar el lado que sangra por 5 minutos.
• Colocar una bolsa de hielo en la frente e indicar que respire por la boca.
• En caso de que no ceda con estas medidas trasladar al servicio de urgencia.
Un esguince es una lesión que afecta tendones y ligamentos de una articulación. En cambio, la fractura implica pérdida de la continuidad de un hueso produciendo deformación y mucho dolor.
• Calmar el dolor con frío local (bolsa de hielo) envuelta en una toalla o paño para evitar el contacto directo con la piel.
• Buscar una posición que al accidentado le sea cómoda.
• Retirar objetos como anillos, pulseras u otro objeto, antes de que se produzca inflamación de la zona.
• Inmovilizar la extremidad con la férula o cartón del botiquín en la misma posición que se encuentre, luego elevarla para activar la circulación.
• Cubrir con gasa estéril del botiquín, en caso de existir heridas.
• Trasladar al accidentado al servicio de urgencia.
Cuando no se está seguro si la lesión se trata de un esguince o rotura se sugiere tratarla como una fractura de hueso.
Este artículo se elaboró con la colaboración de Ana María Lukacs, enfermera jefe de Urgencia Escolar de Clínica Alemana.