Fiebre Amarilla:
La fiebre amarilla es una enfermedad grave que puede manifestarse como una fiebre hemorrágica con una tasa de letalidad comparable con la infección del virus Ébola. En el último año, la aparición de un brote en algunas regiones de Brasil, ha concitado especial atención de la comunidad, ya que muchas de estas áreas son un destino turístico para los viajeros. A esto se suma, la escasez mundial de la vacuna contra esta enfermedad, ante lo cual los expertos han advertido que si la vacuna no está disponible y el viaje no se puede posponer o cambiar, es necesario recibir las recomendaciones de un experto en Medicina del Viajero.
En Brasil, característica de zonas selváticas, hasta hace un par de años, la fiebre amarilla era una enfermedad relativamente controlada con un promedio de aproximadamente cien casos anuales (previo al 2016). Sin embargo, por razones que aún se investigan, en los dos últimos años la enfermedad se desplazó hacia áreas costeras y turísticas como Río de Janeiro, Sao Paulo y Salvador alcanzando más de dos mil quinientos casos en lo que va del 2018, 677 de los cuales fueron víctimas fatales.
Esta situación generó una demanda no prevista de la vacuna para proteger, por un lado a los habitantes de las zonas afectadas, y por otro a los miles de turistas de todas partes del mundo que viajan a la costa de Brasil.
Un escenario inesperado para las autoridades, comunidad e incluso para los fabricantes de la vacuna, quienes no han podido satisfacer la actual demanda de vacunas a nivel mundial.
Considerando que Brasil es uno de los destinos turísticos preferidos por los chilenos, el llamado es a informarse y consultar en caso de dudas.
A continuación se explican los principales tópicos sobre esta patología.
Es una enfermedad causada por un virus (Flavivirus). Su nombre se debe a que muchos afectados sufren inflamación del hígado y uno de los síntomas más característicos es la ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos por aumento de la bilirrubina).
La infección se distribuye en algunos países de América Central, América del Sur, el Caribe y en la región central, subsahariana de África. No hay fiebre amarilla en Europa, Asia ni Oceanía.
IMPORTANTE:
Para mayor información, se puede consultar el mapa elaborado por el Center for Diseases Control de Atlanta, EEUU, o el sitio del Sistema Nacional de Salud del Reino Unido. En lo que respecta a Brasil, es posible ver las zonas de riesgo en el mapa de European Centre for Disease Prevention and Control, donde se realizan actualizaciones periódicas.
Por picaduras de diferentes mosquitos, por ejemplo del género Aedes, los mismos que pueden trasmitir dengue, chikungunya o zika. Al picar a una persona o animal que tiene el virus de fiebre amarilla, estos insectos quedan infectados. El patógeno se multiplica en sus intestinos y glándulas salivales, y pueden inocularlo en cada picadura.
No, también infecta a otros primates, monos de distintas especies, en los que también puede causar problemas de salud e incluso la muerte.
En las zonas tropicales en que el ser humano convive con poblaciones de monos salvajes (selva, parques), la infección puede ser transmitida por el mosquito desde este animal al ser humano (ciclo selvático) o de un ser humano a otra persona (ciclo urbano).
Los síntomas comienzan entre tres y seis días después del contagio. La infección puede evolucionar con distintos grados de gravedad. El cuadro se caracteriza por fiebre alta, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares en todo el cuerpo, debilidad generalizada, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Estos síntomas duran entre tres y cuatro días. Luego, la mayoría de las personas se mejora y solo entre el 15 y 20%, aproximadamente, evoluciona a una enfermedad más grave, con fiebre, aparición de ictericia, sangramientos en diversas partes del cuerpo, hipotensión arterial, shock y falla de múltiples órganos. El 50% de este grupo fallece.
No hay tratamiento específico. Los pacientes en que se sospeche fiebre amarilla deben ser hospitalizados para cuidados generales (hidratación, analgesia, antipiréticos) y monitorización. Si la evolución es grave, es necesario internarlos en la Unidad de Paciente Crítico. Dado el riesgo de sangramiento, debe evitarse el uso de ácido acetilsalicílico y antiinflamatorios no esteroidales.
Los dos pilares de la prevención de la fiebre amarilla son:
• Control de mosquitos a nivel ambiental y evitar las picaduras de estos insectos: para el control ambiental en algunas poblaciones urbanas se utiliza la fumigación. Debe evitarse también el estancamiento de agua en recipientes, neumáticos, etc.
Para prevenir picaduras de mosquitos se recomienda el uso de repelentes y de mallas protectoras para cubrirse, además de evitar la aplicación de perfumes. También se aconseja, ponerse camisas de manga larga y pantalones largos. (Ver recomendaciones CDC)
• Vacuna contra el virus vivo atenuado: se utiliza en poblaciones donde el virus es endémico o aparece un brote, así como en viajeros que visiten estas áreas.
La vacuna es en base a virus vivo atenuado, se produce en huevos embrionados y en Chile está disponible solo en una formulación: Stamarilr. De acuerdo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dosis ofrece protección para toda la vida.
Una vez aplicada, los anticuerpos protectores aparecen en un plazo de diez días. Los principales efectos adversos son fiebre, malestar general y dolor de cabeza algunos días después de la administración. Se han observado reacciones alérgicas especialmente en personas alérgicas al huevo.
La vacuna tiene un riesgo muy bajo de producir enfermedad sistémica (una de cada millón de dosis administradas). Se ha visto que este aumenta en lactantes menores de seis meses y en adultos mayores (en éstos el riesgo puede ser diez veces mayor).
Cualquier persona que entra a un área de riesgo debiese vacunarse al menos diez días antes de viajar. Las dosis se administran vía agenda web en la medida que se cuente con stock (limitado). Para ello se requiere orden médica y, en los siguientes casos, la orden debe provenir exclusivamente de un infectólogo o experto en Medicina del Viajero:
La vacuna está contraindicada (no debe administrarse) en niños menores de seis meses, en pacientes con compromiso inmunológico significativo (o en tratamiento con inmunodepresores), en aquellos con enfermedades del timo y en personas con alergia severa al huevo.
En mayores de 60 años, en niños con edad de siete a nueve meses, en el embarazo y durante la lactancia materna, su utilización requiere precauciones especiales y debe ser cuidadosamente evaluada según el riesgo y beneficio esperado.
¿Es obligatoria la vacuna contra la Fiebre Amarilla para viajar a Brasil?
Brasil no exige la vacunación contra la fiebre amarilla (ni ninguna otra vacuna) para entrar al país. Sin embargo, para protegerse de la infección, todos los viajeros a regiones afectadas deben ser vacunados. Los viajeros deben seguir, además, las recomendaciones para la prevención de picaduras por mosquitos.
Para viajeros que planean visitar exclusivamente regiones en Brasil sin riesgo de fiebre amarilla, la vacuna no está indicada. Lo mismo aplica para viajeros que sólo hacen escala en aeropuertos de Sao Paulo o Río de Janeiro.
Si la vacuna no está disponible y el viaje no se puede posponer o cambiar, el viajero debe solicitar recomendaciones de un experto en Medicina del Viajero respecto a los riesgos individuales y las opciones para reducir estos riesgos.
Sí, hay muchos países que la exigen siempre y cuando la persona provenga de una zona afectada.
Este artículo fue realizado con la colaboración del Dr. Pablo Vial, jefe del Vacunatorio de Clínica Alemana, y el Dr. Thomas Weitzel, a cargo del Programa Medicina del Viajero de esta institución.
Las dosis se administran vía agenda web en la medida que se cuente con stock (limitado). Para ello se requiere orden médica y, en los siguientes casos, la orden debe provenir exclusivamente de un infectólogo o experto en Medicina del Viajero:
La fiebre amarilla es una enfermedad grave que puede manifestarse como una fiebre hemorrágica con una tasa de letalidad comparable con la infección del virus Ébola. En el último año, la aparición de un brote en algunas regiones de Brasil, ha concitado especial atención de la comunidad, ya que muchas de estas áreas son un destino turístico para los viajeros. A esto se suma, la escasez mundial de la vacuna contra esta enfermedad, ante lo cual los expertos han advertido que si la vacuna no está disponible y el viaje no se puede posponer o cambiar, es necesario recibir las recomendaciones de un experto en Medicina del Viajero.
En Brasil, característica de zonas selváticas, hasta hace un par de años, la fiebre amarilla era una enfermedad relativamente controlada con un promedio de aproximadamente cien casos anuales (previo al 2016). Sin embargo, por razones que aún se investigan, en los dos últimos años la enfermedad se desplazó hacia áreas costeras y turísticas como Río de Janeiro, Sao Paulo y Salvador alcanzando más de dos mil quinientos casos en lo que va del 2018, 677 de los cuales fueron víctimas fatales.
Esta situación generó una demanda no prevista de la vacuna para proteger, por un lado a los habitantes de las zonas afectadas, y por otro a los miles de turistas de todas partes del mundo que viajan a la costa de Brasil.
Un escenario inesperado para las autoridades, comunidad e incluso para los fabricantes de la vacuna, quienes no han podido satisfacer la actual demanda de vacunas a nivel mundial.
Considerando que Brasil es uno de los destinos turísticos preferidos por los chilenos, el llamado es a informarse y consultar en caso de dudas.
A continuación se explican los principales tópicos sobre esta patología.
Es una enfermedad causada por un virus (Flavivirus). Su nombre se debe a que muchos afectados sufren inflamación del hígado y uno de los síntomas más característicos es la ictericia (coloración amarilla de la piel y los ojos por aumento de la bilirrubina).
La infección se distribuye en algunos países de América Central, América del Sur, el Caribe y en la región central, subsahariana de África. No hay fiebre amarilla en Europa, Asia ni Oceanía.
IMPORTANTE:
Para mayor información, se puede consultar el mapa elaborado por el Center for Diseases Control de Atlanta, EEUU, o el sitio del Sistema Nacional de Salud del Reino Unido. En lo que respecta a Brasil, es posible ver las zonas de riesgo en el mapa de European Centre for Disease Prevention and Control, donde se realizan actualizaciones periódicas.
Por picaduras de diferentes mosquitos, por ejemplo del género Aedes, los mismos que pueden trasmitir dengue, chikungunya o zika. Al picar a una persona o animal que tiene el virus de fiebre amarilla, estos insectos quedan infectados. El patógeno se multiplica en sus intestinos y glándulas salivales, y pueden inocularlo en cada picadura.
No, también infecta a otros primates, monos de distintas especies, en los que también puede causar problemas de salud e incluso la muerte.
En las zonas tropicales en que el ser humano convive con poblaciones de monos salvajes (selva, parques), la infección puede ser transmitida por el mosquito desde este animal al ser humano (ciclo selvático) o de un ser humano a otra persona (ciclo urbano).
Los síntomas comienzan entre tres y seis días después del contagio. La infección puede evolucionar con distintos grados de gravedad. El cuadro se caracteriza por fiebre alta, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares en todo el cuerpo, debilidad generalizada, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Estos síntomas duran entre tres y cuatro días. Luego, la mayoría de las personas se mejora y solo entre el 15 y 20%, aproximadamente, evoluciona a una enfermedad más grave, con fiebre, aparición de ictericia, sangramientos en diversas partes del cuerpo, hipotensión arterial, shock y falla de múltiples órganos. El 50% de este grupo fallece.
No hay tratamiento específico. Los pacientes en que se sospeche fiebre amarilla deben ser hospitalizados para cuidados generales (hidratación, analgesia, antipiréticos) y monitorización. Si la evolución es grave, es necesario internarlos en la Unidad de Paciente Crítico. Dado el riesgo de sangramiento, debe evitarse el uso de ácido acetilsalicílico y antiinflamatorios no esteroidales.
Los dos pilares de la prevención de la fiebre amarilla son:
• Control de mosquitos a nivel ambiental y evitar las picaduras de estos insectos: para el control ambiental en algunas poblaciones urbanas se utiliza la fumigación. Debe evitarse también el estancamiento de agua en recipientes, neumáticos, etc.
Para prevenir picaduras de mosquitos se recomienda el uso de repelentes y de mallas protectoras para cubrirse, además de evitar la aplicación de perfumes. También se aconseja, ponerse camisas de manga larga y pantalones largos. (Ver recomendaciones CDC)
• Vacuna contra el virus vivo atenuado: se utiliza en poblaciones donde el virus es endémico o aparece un brote, así como en viajeros que visiten estas áreas.
La vacuna es en base a virus vivo atenuado, se produce en huevos embrionados y en Chile está disponible solo en una formulación: Stamarilr. De acuerdo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una dosis ofrece protección para toda la vida.
Una vez aplicada, los anticuerpos protectores aparecen en un plazo de diez días. Los principales efectos adversos son fiebre, malestar general y dolor de cabeza algunos días después de la administración. Se han observado reacciones alérgicas especialmente en personas alérgicas al huevo.
La vacuna tiene un riesgo muy bajo de producir enfermedad sistémica (una de cada millón de dosis administradas). Se ha visto que este aumenta en lactantes menores de seis meses y en adultos mayores (en éstos el riesgo puede ser diez veces mayor).
Cualquier persona que entra a un área de riesgo debiese vacunarse al menos diez días antes de viajar. Las dosis se administran vía agenda web en la medida que se cuente con stock (limitado). Para ello se requiere orden médica y, en los siguientes casos, la orden debe provenir exclusivamente de un infectólogo o experto en Medicina del Viajero:
La vacuna está contraindicada (no debe administrarse) en niños menores de seis meses, en pacientes con compromiso inmunológico significativo (o en tratamiento con inmunodepresores), en aquellos con enfermedades del timo y en personas con alergia severa al huevo.
En mayores de 60 años, en niños con edad de siete a nueve meses, en el embarazo y durante la lactancia materna, su utilización requiere precauciones especiales y debe ser cuidadosamente evaluada según el riesgo y beneficio esperado.
¿Es obligatoria la vacuna contra la Fiebre Amarilla para viajar a Brasil?
Brasil no exige la vacunación contra la fiebre amarilla (ni ninguna otra vacuna) para entrar al país. Sin embargo, para protegerse de la infección, todos los viajeros a regiones afectadas deben ser vacunados. Los viajeros deben seguir, además, las recomendaciones para la prevención de picaduras por mosquitos.
Para viajeros que planean visitar exclusivamente regiones en Brasil sin riesgo de fiebre amarilla, la vacuna no está indicada. Lo mismo aplica para viajeros que sólo hacen escala en aeropuertos de Sao Paulo o Río de Janeiro.
Si la vacuna no está disponible y el viaje no se puede posponer o cambiar, el viajero debe solicitar recomendaciones de un experto en Medicina del Viajero respecto a los riesgos individuales y las opciones para reducir estos riesgos.
Sí, hay muchos países que la exigen siempre y cuando la persona provenga de una zona afectada.
Este artículo fue realizado con la colaboración del Dr. Pablo Vial, jefe del Vacunatorio de Clínica Alemana, y el Dr. Thomas Weitzel, a cargo del Programa Medicina del Viajero de esta institución.