El desarrollo experimentado por la cirugía plástica permite ofrecer hoy una amplia gama de alternativas para mejorar la apariencia de diversas partes del cuerpo. Una de ellas es la lobuloplastía, procedimiento que consiste en la reconstrucción quirúrgica del lóbulo de la oreja.
Se realiza principalmente para corregir las deformaciones o desgarros producidos por usar aros muy pesados o ponerse expansiones en esta zona. También se utiliza en caso de lesiones por trauma, como cuando el pendiente se engancha en la ropa. Asimismo, es solicitada si se desea rejuvenecer esta parte de la oreja que, con el paso de los años, comienza a alargarse naturalmente.
El doctor Juan Pablo Sorolla, cirujano plástico de Clínica Alemana, afirma que la lobuloplastía es “la mejor solución para la corrección de desgarros del lóbulo que se suelen producir por la utilización continua o repetitiva de aros grandes por tiempos prolongados. Gracias a esta sencilla técnica se consigue una renovación estética y una mayor armonía de las orejas”, afirma.
Habitualmente, la lobuloplastía se realiza en ambas orejas en un solo acto quirúrgico. “Se efectúa de forma ambulatoria y con anestesia local. En algunos casos, si el paciente lo desea, también se puede utilizar sedación”, asegura el doctor Sorolla.
Una vez finalizado el procedimiento, la persona es dada de alta inmediatamente y puede continuar con su rutina laboral sin problemas. “Como la técnica utilizada genera escaso dolor, el uso posterior de analgésicos o antiinflamatorios es bajo. Además, los cuidados postoperatorios son mínimos; lo más importante es mantener las curaciones secas y limpias”, precisa.
Luego de una semana, el paciente debe asistir a control con el cirujano plástico para comenzar a retirar los puntos, los que son extraídos completamente al cabo de dos o tres semanas.
“Durante el primer mes, se ve una línea roja en la zona intervenida, pero poco a poco esta va desapareciendo”, afirma el especialista y agrega que “luego de tres meses de la intervención, ya es posible volver a usar aros”.
Prevención
Para evitar elongaciones y lesiones en la oreja, la recomendación principal es utilizar aros pequeños y livianos, así disminuye el riesgo de que el lóbulo se desgarre, ya sea por el peso o por un trauma.