Bombas de Insulina:
El 12,3% de los chilenos tiene diabetes cifra que representa del orden de 1,8 millones de personas y un alza en 600 mil en relación a hace siete años cuando la prevalencia bordeaba el 9,4%, según la Tercera Encuesta Nacional de Salud. Esta enfermedad crónica caracterizada por el aumento del nivel de azúcar en la sangre (hiperglicemia) se origina por un trastorno en la producción de la insulina –que facilita el traspaso de la glucosa a los órganos y tejidos– ya sea por la destrucción de las células beta del páncreas (tipo 1) o bien por una resistencia a esa hormona y un déficit relativo en su producción (tipo 2).
El manejo habitual de los pacientes con diabetes mellitus tipo 1 es la inyección subcutánea de esta sustancia. Pero en los últimos años, las personas diabéticas han podido reemplazar esta modalidad y optimizar su calidad de vida gracias a las bombas de insulina. “Este dispositivo programado electrónicamente, va infundiendo esta hormona a través de una cánula muy fina de acuerdo a la programación que define el médico”, explica la doctora Isabel Errázuriz, especialista del Centro de Diabetes de Clínica Alemana.
El sistema cumple una doble función: el suministro basal constante de la insulina, y la administración adicional de esta sustancia en una modalidad “rápida” o “a pedido”. En este último ámbito, el usuario ingresa la información respecto a los alimentos que comerá a continuación, tras lo cual el dispositivo calcula y propone la cantidad de la hormona necesaria a su portador, indica la especialista.
Asimismo, la bomba de insulina puede asociarse a un sensor subcutáneo que realiza un monitoreo continuo de la glucosa lo cual permite, por ejemplo, que el aparato deje de aportar insulina ante situaciones de baja de azúcar. Esta capacidad predictiva “ayuda, por ejemplo, a las mamás que temían que sus hijos pequeños sufrieran una hipoglicemia de noche sin detectarlo”, puntualiza la diabetóloga, quien subraya que esta tecnología ha demostrado lograr un mejor control metabólico en quienes la utilizan.
• Creciente incidencia
La diabetes afecta a 425 millones de personas en el mundo y casi se ha duplicado el número de pacientes desde la década de los 80, constituyendo una de las principales causas de ceguera, deficiencia renal, infartos y amputaciones.
• Control de los efectos
En la hiperglicemia, o alza del azúcar, la glucosa actúa como un tóxico dañando los tejidos sensibles como la retina, el riñón, nervios y vasos sanguíneos. A su vez, las hipoglicemias ocasionan palpitaciones, temblores, convulsiones e, incluso, arritmias, como también un enlentecimiento mental que puede llegar a comprometer la conciencia.
• Acceso al tratamiento
Indicado para la mayoría de los diabéticos insulinodependientes, este tratamiento cuenta con la cobertura de la Ley Ricarte Soto para aquellos pacientes que sufren de bajas de glicemia, debidamente diagnosticada a través de monitoreos o su historia clínica. También incluye a los lactantes que requieren micro-dosis difíciles de administrar con los métodos tradicionales.