Fármacos durante la gestación:
A nivel general, se deben indicar solo cuando el beneficio (madre) sobrepase los potenciales riesgos (feto) y siempre con vigilancia médica.
Los avances médicos han permitido realizar un mejor diagnóstico y tratamiento a los gineco-obstetra sobre las afecciones que pueden sufrir madre e hijo al usar fármacos durante la gestación. En términos generales, su uso se ha limitado a embarazadas con enfermedades crónicas, cuidando además que sean prescritos en el momento preciso y dosis adecuada.
Datos publicados en 2018 por la revista Obstetrics and Reproductive Medicine señalan que en el Reino Unido una de cada tres embarazadasusa fármacos. Por su parte, la OMS, indica que un 86% de las gestantes a nivel mundial consume algún medicamento.
Para el doctor Julio Astudillo, ginecólogo de Clínica Alemana, algunos factores que inciden en este escenario son: los embarazos no planificados, la automedicación, los cambios epidemiológicos maternos, la maternidad en edad avanzada y una mayor incidencia de enfermedades crónicas. Según explica el ginecólogo, el mal uso de fármacos en el embarazos, se asocia a riesgos de teratogenicidad y fetotoxicidad. Esto es, malformaciones en la estructura, función y/o crecimiento de algún órgano fetal. Por eso, para el especialista “no se trata solamente de evaluar qué medicamentos usar durante el embarazos, sino también como éstos pueden repercutir en la enfermedad”.
Los fármacos de prescripción habitual se pueden administrar con relativa seguridad durante el embarazo, sin embargo, cabe indicar que la respuesta fetal es variable. Depende de factores genéticos, dosis, vía de administración y edad gestacional de la exposición y siempre recetados por un médico.