Es una dislocación frecuente que afecta mayoritariamente a deportistas recreacionales, sin embargo, puede ocurrirle a cualquiera.
El tendón de Aquiles conecta los músculos de la parte trasera de la pantorrilla con el pie. Por tanto es fundamental en la marcha al empujarnos mientras caminamos.
Si se estira excesivamente, puede romperse total o parcialmente. Esto, también puede ocurrir abruptamente, sin embargo, la mayoría de las veces, presenta un desgaste previo que condiciona la rotura.
La lesión sufrida por Aquiles, héroe de la mitología griega, en uno de los tendones de su pierna y cómo ésta lo volvió débil frente el adversario, ha inmortalizado este tejido y su importante rol en la deambulación normal. Y no es sólo ficción, ya que sufrir una rotura de Aquiles, será sin duda bastante dolorosa e invalidante.
“El tendón de Aquiles es fundamental en la tercera fase de la marcha, cuando se impulsa el cuerpo en punta de pies. Por eso, si está dañado dificulta actividades como bajar escaleras, caminar y hacer actividad física”, afirma el doctor Andrés Keller, cirujano de tobillo y pie de Clínica Alemana.
Habitualmente se escucha un ruido cuando se rompe y, agrega el especialista, “si bien suele producirse al acelerar o retroceder bruscamente -como durante un partido de fútbol-, existen otros casos de corte espontáneo que no responden a la práctica deportiva, como al salir de la ducha, o pisar el acelerador mientras se conduce”, explica el doctor Keller.
El sector central del tendón de Aquiles comprende entre dos a seis centímetros y, por razones genéticas, puede tener menos irrigación sanguínea, lo que lo hace más vulnerable a este tipo de lesiones. Es allí donde ocurre la rotura.
Entre las causas más frecuentes que desencadena la rotura en este tejido dañado están:
Los factores que pueden aumentar el riesgo de rotura del tendón de Aquiles son:
El especialista precisa que, aunque no se puede anticipar cuándo se va a romper, sí se puede disminuir la probabilidad que ello ocurra manteniendo un tendón sano y más preparado para recibir impactos mientras se practica deporte. Para ello, aconseja realizar rutinariamente los siguientes ejercicios.
El corte del tendón de Aquiles es una de las lesiones más temidas por los deportistas de alto rendimiento, porque su recuperación es muy lenta, pudiendo dejarlos fuera de la actividad deportiva por más de seis meses. Sin embargo, la gran mayoría de los afectados no presenta secuelas importantes, logrando incluso, reintegrarse al mismo nivel competitivo que tenía antes.
Las alternativas de tratamiento son médicas y quirúrgicas. Hoy, la mayoría de los doctores recomienda operar. “La cirugía ha evolucionado mucho (es mínimamente invasiva) y entrega ventajas frente a la opción no quirúrgica. “En la Unidad de cirugía de Tobillo y Pie de Clínica Alemana fuimos pioneros a nivel nacional incorporando esta alternativa para nuestros pacientes. Se realiza a través de una incisión pequeña sobre la rotura, logrando unir ambos extremos del tendón, sin necesidad de abrir extensamente la piel ni el tendón”, explica el doctor Keller. Además, añade que este procedimiento disminuye el riesgo de infección de la herida y permite una recuperación del tejido más biológica.
El especialista comenta que actualmente se ha incorporado un sistema de fijación de última tecnología (anclas) en la cirugía. “Este procedimiento ayuda a los pacientes a rehabilitarse en menor tiempo, con los beneficios que ello implica y permitiéndoles retomar sus actividades diarias antes”.
El traumatólogo agrega que el postoperatorio implica el uso de bota y bastones de manera inmediata después de la intervención, los que se van retirando progresivamente según la evolución del paciente, hasta recuperar la movilidad sin implementos de apoyo en un plazo de generalmente cuatro a seis semanas. En tanto, la rehabilitación kinésica se inicia entre la segunda y tercera semana.
Absolutamente. Se sabe que una kinesiología bien llevada y prolongada ayuda a obtener los mejores resultados en esta lesión, disminuyendo la probabilidad de que se vuelva a romper. Si además se realiza una etapa de reintegro deportivo, se estará completando todo lo necesario para que ese deportista amateur o de alta competencia logre reinsertarse en su hábitat a plenitud.