Reunirse virtualmente con familia o amigos, comprar y abastecerse desde la casa, informarse o entretenerse. Muchas son las posibilidades que brinda la tecnología en esta época de cuarentena. Opciones que facilitan la vida de quienes usan internet desde que nacieron como a personas mayores que día a día se adaptan al uso de plataformas digitales. Los beneficios que estas tecnologías traen para todos son múltiples. “No solo se limitan a la telemedicina, que es aquella que permite al diagnóstico, control y seguimiento de tratamientos médicos en un amplio abanico de condiciones o enfermedades notoriamente vigentes en esta pandemia”, señala el doctor Jacob Yumha, geriatra de Clínica Alemana.
El especialista añade que se extienden a “actividades culturales, recreativas, de encuentro familiar e informativas”. A esto se suma la adquisición de bienes o servicios.
Sobre esta brecha digital entre ambos grupos, el doctor señala que “se basa fundamentalmente en la diferencia entre aquellos nativos digitales -que nacieron con estas tecnologías-, y los migrantes digitales, que aprendieron con otras formas de comunicarse: telégrafo, teléfono y, poco a poco, conocieron estas nuevas tecnologías y se han ido incorporando”, explica.
En cuanto a la adaptación de los adultos mayores, el especialista señala que “la mayor diferencia de acceso digital se observa en aquellos mayores de 80 años, que, en general, tienen bajos niveles de conocimiento, quizás, menos del 10% de este grupo”.
A lo anterior agrega que “quienes están entre los 65 y 70 años han incrementado progresivamente su acceso hasta un porcentaje de un 45% y quizás más”, explica el especialista.
Dentro de las dificultades o barreras de acceso de este grupo al mundo digital, el doctor Yumha menciona que ser “inmigrante digital” es la primera de ellas.
A ello se añade: “Tener más de 80 años y déficit sensorial. Por ejemplo, una alteración visual o un déficit auditivo que limita el poder ocupar en forma adecuada estos instrumentos”.
También habrá más dificultad si hay “una alteración de la motricidad fina para el manejo de un mouse o teclado. Y muy importante como limitante es el déficit cognitivo: pérdidas relacionadas a la memoria, aprendizaje y atención”, apunta.
Un factor que también influye es el nivel de estudios, ingresos, el acceso a conexiones de internet y a aparatos adecuados.
Por todo esto se hace muy importante avanzar junto a los adultos mayores hacia una mayor integración digital. Explicarles de manera didáctica cómo funcionan y también cuáles son los riesgos de seguridad que se pueden correr, por ejemplo, al entregar información bancaria o datos personales.
“Con todos los pro y contras es innegable que bajo una supervisión tutorial en un entorno protegido –con herramientas amigables, en el contexto de una política nacional para disminuir la brecha digital–, estas tecnologías de información tendrán un mayor impacto y desarrollo sobre la forma en que nos relacionamos con el resto de la sociedad, en todos sus ámbitos y con beneficios globales”, concluye el especialista.