Manejar e interpretar todas las variables que esta tecnología proporciona requiere experiencia. Además, en esta epidemia es mandatorio el dominio de las técnicas de protección al personal. En respuesta, Clínica Alemana dispuso una sala de simulación para capacitar a sus equipos en los procedimientos de intubación y cuidado de Elementos de Protección Personal (EPP).
Es importante considerar, que si bien la mayoría de los pacientes que se contagian con Coronavirus Covid-19 no tienen dificultades serias de salud y pueden recuperarse en sus hogares siguiendo las indicaciones médicas, hay un número de personas que requerirán hospitalizarse, y de éstos, un grupo va a necesitar de un manejo de cuidados intensivos y de ventilación mecánica. Estos últimos, serán en su mayoría, pacientes con factores de riesgo, como inmunosupresión, hipertensión arterial, enfermedades cardiacas, renales, diabetes, u obesidad.
La ventilación mecánica invasiva es una técnica que permite tener un control de la respiración del paciente e intervenir en la oxigenación y el barrido de dióxido de carbono (intercambio gaseoso). Requiere la instalación de un tubo en la tráquea, que se conectará al circuito del ventilador, el cual llevará flujo de aire desde y hacia el ventilador.
“El ventilador cuenta en su circuito, con humidificador y base calefactora, que permite que el aire que entra al pulmón del paciente esté a temperatura corporal y, además, húmedo. También, hay sistemas que filtran el 99.9% de las bacterias y virus, para evitar su ingreso al sistema respiratorio”, señala la doctora Isabel González, Jefa de UCI Pediátrica de Clínica Alemana.
El peso, altura y la patología pulmonar que presenta cada paciente, hacen que los parámetros de los ventiladores deban ser ajustados a éstas y otras variables.
“El ventilador cuenta con controlador de datos, sensores y computadores que analizan estos factores y permiten monitorizar la mecánica del pulmón a medida que va pasando el tiempo”, explica la doctora.
Otro componente indispensable de los ventiladores mecánicos, son las alarmas que avisan situaciones de riesgo, como, por ejemplo, la desconexión del circuito o que suba la presión por sobre los rangos establecidos.
El uso de estos equipos necesita personal calificado, con experiencia en el manejo de esta terapia y que esté constantemente monitoréandola a través de una debida interpretación de los parámetros y con la capacidad de actuar a tiempo en caso de que se requieran ajustes.
“Es importante saber que no hay parámetros estándar fijos, sino recomendaciones que deben ir ajustándose a los requerimientos ventilatorios de cada paciente. Esta complejidad de variables, análisis y conductas terapéuticas requiere experiencia y capacidad técnica. Además, un paciente con Covid-19 positivo está cerca de siete días en ventilador mecánico. Hay quienes lo necesitarán tres semanas e incluso más”, acota la doctora González.