En marzo pasado la Organiación Mundial de la Salud (OMS) recomendó acostar boca abajo a los enfermos con Covid-19 que sufren del síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA). Una estrategia conocida como posición decúbito prono que está salvando la vida de muchos pacientes contagiados.
Esta técnica, que se aplica hace 15 o 20 años, y que es un procedimiento habitual en las UCIS (Unidades de Cuidados Intensivos) de todo el mundo, se utiliza con el fin de mejorar la oxigenación en algunas personas con fallas respiratorias graves sometidas a ventilación mecánica. Estrategia que se complementa además con un soporte hemodinámico, antibióticos y todo el análisis de un equipo multidisciplinario.
“Se trata de una técnica de oxigenación y de protección pulmonar que implica poner al paciente boca abajo con el fin de aunque exista una adecuada circulación sanguínea y una mejor ventilación del pulmón”, explica Rodrigo Pérez, kinesiólogo del Departamento de Paciente Crítico de Clínica Alemana.
Normalmente de dos a cuatro días o incluso más. En este periodo se mantienen todos los resguardos de la integridad de la piel y se van vigilando las posiciones.
“Esto con el fin es brindarle al paciente condiciones fisiológicas que le permitan soportar la infección por Covid-19 y que su propia inmunidad pueda repeler al virus y lograr una reparación del pulmón a fin de devolverlo a una condición que le permita, escalonadamente, ir dependiendo de menos oxígeno y soportes de máquinas”, señala Rodrigo Pérez.
Sobre los resultados de esta técnica, el especialista indica que “todo está sujeto a la evolución general de la enfermedad, que es muy fluctuante entre pacientes”, puntualiza el especialista.