María Francisca Torres se contagió los primeros días de abril de Covid-19. Cuenta que no necesitó de hospitalización, pero que sí tuvo tos, una reacción alérgica, fiebre y dolor de cuerpo. Sin embargo, lo más difícil de su experiencia es que no solo ella tuvo el virus, sin también su pareja, que fue hospitalizada e internada en la UCI por la gravedad de su estado.
“Aparte de mi cuadro viral, estaba muy nerviosa por él. No podía ir a verlo y todo me lo informaban por teléfono. Incluso, el día que lo sacaron de la Unidad de Cuidados Intensivos tampoco pude estar con mi pareja ni hablarle. Fue tremendo”, expresa.
Hoy, que ambos están recuperados, decidieron donar plasma en el Banco de Sangre de Clínica Alemana con el fin de ayudar a personas con Covid-19. Sobre la experiencia que han tenido donando, María Francisca cuenta que “el proceso no es molesto y al terminar no te sientes mal. Es igual que donar sangre, solo que dura un poco más”, dice.
Ante la falta de un tratamiento específico que cure a pacientes con Covid-19, la terapia de plasma convaleciente o hiperinmune se ha transformado en una alternativa. Una técnica que se ha estudiado en epidemias como la del SARS (2003), la gripe H1N1 (2009) y la de MERS (2012) con resultados prometedores.
“Si bien es una terapia cuya eficacia no está comprobada, es bastante segura. Las transfusiones de plasma las hacemos día a día en el Banco de Sangre de la clínica, y la mayoría de los pacientes presenta complicaciones leves, habitualmente alérgicas y febriles que son muy fáciles de manejar. Existen algunos otros riesgos pero son muy infrecuentes y que son de uno a diez miel o uno en un millón”, señala la doctora Verónica Bustamante, Jefa del Banco de Sangre de Clínica Alemana.
A lo anterior agrega que “el uso de este procedimiento ha sido aprobado también en Estados Unidos y Europa para uso clínico. Además, en nuestro país tenemos la experiencia del virus hanta, en el que se usó y seguimos utilizando plasma convaleciente”, señala la especialista. Tratamiento con el que Clínica Alemana lideró hace más de cinco años.
La técnica consiste en extraer plasma de una persona recuperada de coronavirus. Una vez recolectado, éste se procesa y se hace un diagnóstico serológico para descartar que no tenga microorganismos que puedan transmitir infecciones, y comprobar que efectivamente posea anticuerpos. Luego de todas las pruebas, se le infunde, entre 200 a 500 ml, al paciente hospitalizado por Covid-19.
“Ese plasma contiene anticuerpos que se formaron durante la infección de un paciente contagiado. Al ser incorporado en una persona con Covid- 19 podría ayudarnos a mejorar su funcionamiento respiratorio”, explica la doctora.
Sobre quiénes pueden ser donantes, la especialista indica que deben ser pacientes que hayan tenido una infección por Covid-19, que posean anticuerpos y que estén recuperados. Además, puntualiza que el volumen de plasma que se extrae de un donante depende del peso y tamaño de éste, para así evitar cualquier riesgo. “Los anticuerpos de un donante se regeneran y se siguen produciendo”, aclara.
"El tratamiento de plasma convaleciente se usa en pacientes hospitalizados pero con pocos días de evolución. Así lo detalla la especialista, quien señala que es importante destacar que a no todos los pacientes se les aplica, depende siempre de criterios de selección y de si están de acuerdo con recibirlo”, subraya.