Es muy frecuente que los recién nacidos desvíen su mirada, sobre todo en momentos en que se les acerca un objeto a los ojos, en que se están despertando o a punto de quedarse dormidos. Es una consulta frecuente en los primeros controles pediátricos y una preocupación importante de los padres, pero está dentro lo esperable en los bebés pequeños.
Este desalineamiento del eje visual ocurre porque antes de nacer, cuando están en el vientre materno, no tienen estímulo visual que obligue a fijar un objeto, y en las primeras semanas de vida ocurre un proceso neurofisiológico que permite el desarrollo de la visión. Así el cerebro comienza un proceso de aprendizaje para reconocer la información que le están dando los ojos y transformarla en una imagen única.
“En la mayor parte de los recién nacidos, se considera la desviación intermitente de los ojos como algo normal y frecuente, no una condición patológica, porque a medida que ocurre la maduración del cerebro y los ojos, el sistema visual se va autocorrigiendo”, señala Juan Pablo López, oftalmólogo infantil de Clínica Alemana.
Es importante para los padres, tener en cuenta cuáles son los diferentes tipos de estrabismo en recién nacidos:
- Endropía o estrabismo convergente: es hacia adentro y suele desaparecer después de los tres meses.
- Extropía: hacia afuera y se consideran normales desviaciones intermitentes de los ojos hasta incluso los seis meses de edad.
Cuando los papás miran los ojos del niño se deben fijar en el reflejo luminoso que hay sobre las córneas en el centro de la pupila. Hay que poner atención en el brillo que hay en el centro, porque este tiene que ser simétrico y caer en el mismo punto en ambos ojos.
Para reconocer el estrabismo en recién nacidos, también es importante observar alteraciones en los movimientos oculares. Por ejemplo, fijarse los momentos en que el niño mueve la cabeza o cuando se le acerca un objeto para que lo mire. Hay que ver si sus ojos se mueven de forma simétrica o si tiene algún movimiento involuntario, conocido como nistagmus.
Se debe recurrir a un oftalmólogo infantil cuando la desviación de los ojos es muy frecuente y no va mejorando a lo largo del día. El ojo puede estar hacia dentro, fuera, arriba o abajo. También, cuando ya se superó el periodo esperable de adaptación, es decir después de los 3 meses de edad.
El estrabismo acomodativo se produce por una hipermetropía alta, por lo que el niño está haciendo un esfuerzo para ver con claridad. Para ellos, hay recomendación de usos de lentes, incluso cuando se trata de bebés de pocos meses.
Dependiendo de cada paciente, también se puede poner un parche en el ojo sano para estimular al ojo desviado.
En algunos casos se recomienda la cirugía. Algunas se realizan en niños que no han cumplido el año de vida.