Mirar cada cinco minutos el teléfono para comprobar si han llegado notificaciones, revisar los mails fuera del horario laboral y monitorear sin parar qué pasa en redes sociales son actos que pueden indicar estrés por
uso excesivo de aparatos tecnológicos.
Es una adicción psicológica que se produce por el uso continuo de la tecnología, en todas sus formas, y por un intento extremo de estar tanto de las novedades. Jaime Silva, sicólogo de Clínica Alemana, explica que “hay pacientes que consultan porque se sienten tensos, usan sin descanso internet e incluso no logran conectarse con su entorno”, y agrega que “estas conductas pueden afectar la salud, por lo que se debe estar atento por si se presentan síntomas”.
El especialista destaca ciertas conductas que podrían evidenciarla:
Junto con estos hábitos, el sicólogo agrega que “se ha detectado que las personas con vulnerabilidad emocional (baja autoestima y conflictos afectivos) tienden a conferir excesivo valor a las reacciones que gatillan en redes sociales lo que se publica”. Lo anterior se explicaría porque la satisfacción de un Like es similar a la que provocan las adicciones. En ellas el cerebro produce dopamina, que en este caso motiva a las personas a buscar recompensas (Likes), y serotonina, que mejora el estado de ánimo.
Es entendible que algunas personas, por su trabajo deban mantener cierto tipo de conexión. En esos casos, el sicólogo recomienda: