Dolor en el hombro y limitación para moverse son los problemas que puede traer la tendinitis o rotura del manguito rotador, un conjunto de cuatro músculos y tendones ubicados alrededor del hombro y que tiene como función lograr su correcta movilidad en varias direcciones.
“Al lesionarse estas estructuras pueden producir dolor en el hombro, sobre todo en actividades sobre la cabeza, y limitación funcional. Estas lesiones se producen más frecuentemente en pacientes que realizan actividades repetitivas sobre la cabeza, y van en aumento con la edad”, señala el doctor Daniel Paccot, traumatólogo de Clínica Alemana.
Hay varios tipos de lesiones que se producen alrededor del hombro. La más frecuente es la tendinitis del manguito rotador –inflamación del tendón- y generalmente se da por sobreuso o traumas.
“Otras lesiones habituales son las roturas de los tendones del manguito rotador”, apunta el doctor Paccot.
Estas se dividen en agudas, que en pacientes jóvenes se producen luego de un trauma, y en crónicas, que son las más comunes y tienen un origen degenerativo; es decir, se dan por un desgaste del tendón originado por el paso de los años. Habitualmente estas suceden en pacientes de más de 60 años con historia familiar de lesión de manguito rotador o que realicen labores habituales sobre la cabeza.
La gran mayoría de las lesiones son sintomáticas: producen dolor y debilidad. Sin embargo, dentro de las crónicas existen pacientes que, a pesar de tener un tendón roto, mantienen una función normal del hombro sin dolor.
“Esto se debe a que compensan la ausencia de ese tendón con el resto de la musculatura sana”, explica el doctor Paccot.
Pero hay quienes se van sintiendo inhabilitados para realizar sus actividades de vida diaria.
El síntoma más frecuente es el dolor en el hombro que se irradia hacia el codo por la cara anterior del brazo y hacia el cuello. Los síntomas suelen ser de predominio nocturno y se acompaña de debilidad para realizar actividades sobre la cabeza”, detalla el especialista.
En el momento de la consulta con un traumatólogo se hace un examen físico para evaluar signos de inflamación y rotura de estos tendones. Luego se realiza un estudio de imagen con ecografía o resonancia del hombro afectado.
“La mayoría de los pacientes con tendinitis responden adecuadamente al tratamiento conservador con kinesiología, que busca desinflamar el hombro y compensar el tendón dañado con el resto de la musculatura del hombro”, señala el doctor.
El especialista también advierte que en caso de que el dolor persista se puede hacer una infiltración con un corticoides, lo que ayuda a disminuir la inflamación local.
Cuando lo que se produce es una rotura, el manejo depende de la edad, los síntomas, la actividad que desempeñe el paciente y el tamaño de la lesión. En caso de ser pequeña, generalmente se hace un tratamiento kinesiológico para compensar, con el resto de la musculatura, la falta de función de ese tendón.
Se evalúa este procedimiento cuando el manejo kinesiológico falla y cuando existe una rotura de mayor tamaño. La gran mayoría de las roturas se maneja con una reinserción a su lugar de origen mediante una cirugía artroscópica en la que se introduce una cámara dentro del hombro y se distiende la articulación con suero.
"Con esto, logramos evaluar las lesiones y con pequeñas incisiones alrededor movilizamos el tendón a su ubicación habitual”, explica el traumatólogo.
Se trata de un procedimiento que suele ser doloroso en su recuperación, por lo que se realiza un bloqueo de plexo braquial, que duerme la extremidad intervenida durante los primeros 3 a 5 días posteriores a la cirugía. Con esto se disminuye el dolor inicial que suele ser el de mayor intensidad. Durante el primer mes, las molestias se manejan con analgesia oral y con un inmovilizador de hombro por alrededor de un mes.
La recuperación dura habitualmente de 3 a 4 meses e incluye terapias de kinesiología, donde el hombro recupera de forma progresiva su movilidad y fuerza. El retorno deportivo puede ser a los 6 meses, dependiendo de la disciplina que se practica.
Una forma adecuada de disminuir el riesgo de lesiones es hacer ejercicios diarios.
“La mayoría de la población que realiza ejercicios se preocupa de su musculatura delantera (pectoral y bíceps). Sin embargo, la musculatura posterior del hombro es muy importante para un adecuado balance de fuerzas”, concluye el doctor Paccot.