El pie plano es una condición muy común en la niñez y produce que un porcentaje importante de menores necesite usar plantillas.
Se trata de una situación en la que el arco longitudinal del pie se encuentra anormalmente disminuido o ausente, lo que se considera una alteración de su forma natural, que es tripodal, es decir, con tres apoyos principales, formando una especie de cúpula.
La principal causa de esta enfermedad es genética, es decir, por herencia familiar.
Sin embargo, hay un pequeño grupo que tienen esta alteración producto de una malformación congénita esquelética.
Además de las personas con antecedentes familiares, otros factores de riesgo para desarrollar pie plano son:
El
doctor Pablo Wagner, traumatólogo del equipo de tobillo y pie de Clínica Alemana
, explica que entre el 20 y 30% de los niños mayores de siete años tiene pie plano.
“No
es recomendable realizar el diagnóstico antes de esta edad, ya que el arco está aún en formación, entonces más de la mitad pareciera tener esta condición sin realmente tenerla”.
“
La base del diagnóstico es el examen físico del
traumatólogo infantil
.
El aplanamiento del arco y la desviación hacia fuera del talón son algunos de los puntos a considerar.
En general, las radiografías no son necesarias, a menos que exista algún factor, como rigidez, dolor en aumento o aparición reciente, deformidad importante, entre otras
, aclara.
El tratamiento del pie plano ha cambiado mucho en el último tiempo . Actualmente, las plantillas sólo están indicadas en niños que presentan síntomas, es decir, que tienen dolor debido a esta deformidad. Lo anterior, porque si no presenta dolores, no habrá consecuencias en el futuro, mientras que, “ si presenta alguna molestia y no es tratado, es probable que tenga dolores hasta la adultez. Los dolores más habituales del pie plano se ubican en la planta del pie, pero puede ser causante incluso de esguinces de tobillo a repetición " , comenta el experto.
Si después de tres a seis meses el uso de plantillas no da resultado, se suele recomendar la cirugía, que busca la corrección del arco plantar.
La cirugía va a depender de la edad del paciente, explica el doctor Wagner. “En niños menores de 12 años, se puede posicionar un implante en la zona del talón que posteriormente se retira. Esta ayuda a formar el arco del pie. Por otro lado, en niños mayores de 12 años la técnica considera una realineación en el hueso del pie, sumado a una reconstrucción de ligamentos ", dice.
Sobre la rehabilitación, el especialista asegura que, en el primer caso, considera alrededor de tres meses. Mientras que, en niños mayores, la rehabilitación es más lenta, pudiendo llegar a durar entre cuatro a seis meses y debe estar acompañada de kinesiología postoperatoria.
En cuanto a la prevención del pie plano, el doctor Wagner sostiene que
“no es posible evitar su desarrollo.
Por eso, ya no es válido iniciar el uso de plantillas durante la primera infancia para corregirlo.
Sin embargo, sí se puede prevenir o retardar el inicio de los síntomas si se evita el sobrepeso y el sedentarismo".