Científicos de diversas partes del mundo trabajan arduamente en el desarrollo de una vacuna y de un medicamento antiviral específico para prevenir o tratar la enfermedad coronavirus Covid-19. Mientras esto no ocurra, resulta aún más crucial la prevención consciente y responsable de cada persona, quien en caso de contagio, debe recibir una adecuada atención para aliviar los síntomas que produce este cuadro.
Partiendo de la base que no existe ninguna prueba de que los medicamentos con los que contamos prevengan o curen la enfermedad, la administración del ibuprofeno, como aliviador de síntomas, ha salido a la discusión ya que existen algunos casos que han desarrollado la enfermedad de forma grave y que se relacionarían con el consumo de este antiinflamatorio. Sin embargo aún no existe una evidencia científica contundente que así lo demuestre.
El ibuprofeno es uno de los medicamentos más usados por los chilenos, tiene un efecto antiinflamatorio y se usa de forma común para aliviar dolores de cabeza y musculares o bajar la fiebre.
Ante la afirmación de que el uso de este antiinflamatorio en el caso de la enfermedad Coronavirus Covid-19 podría afectar las defensas de una persona, reduciéndolas y haciendo este cuadro más grave, el doctor Enrique Reynolds, jefe de la Unidad de Diálisis de Clínica Alemana, señala que no hay seguridad al respecto y que es un tema que “se debe confirmar de manera científica”.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud ha explicado que es una materia que aún está en estudio y que, mientras tanto, se recomienda el uso de paracetamol en el caso de que sea necesaria una automedicación.
Lo que sí está absolutamente descartado es el uso de antibióticos, ya que son eficaces para la prevención y tratamiento de enfermedades bacterianas, no para los virus.
Donde sí es importante poner énfasis –y la OMS es tajante en este punto– es en una pronta consulta médica en caso de tener síntomas de Covid-19, ya que es el especialista quien estudiará cada caso y definirá los pasos a seguir.
La mayoría de las veces, este cuadro suele presentarse de manera leve, pero hay grupos de riesgo (mayores de 65 y personas con enfermedades como diabetes, obesidad o inmunodeficientes), que probablemente necesitarán más atención, lo que puede implicar una hospitalización, administración de oxígeno, hidratación e incluso ventilación mecánica.
“Proporcionar un remedio que no esté indicado, sobre todo en estos grupos de riesgo, nunca es aconsejable. Lo primero que se debe hacer cuando hay síntomas respiratorios agudos (fiebre alta, dificultad para respirar) es acudir a un centro de salud”, concluye el doctor Reynolds.