La reanimación cardiopulmonar, también conocida por sus siglas como RCP, es la técnica que permite reestablecer la función cardiaca y pulmonar, a través de maniobras de compresiones torácicas y ventilaciones boca a boca.
De acuerdo con lo comentado por Danissa Magliona, enfermera coordinadora de reanimación de Clínica Alemana, el RCP se debe realizar cuando se constata que una persona no responde a estímulos y no respira.
En el caso de niños y adultos, la forma de identificar si la persona responde a estímulos es tocar sus hombros y llamándola por su nombre. Mientras que, en el caso de los lactantes, es decir, menores de un año, hay que dar golpecitos en las plantas de sus pies, puesto que esto genera reflejos que hacen que reaccionen.
Por otro lado, para identificar si la persona, ya sea adulto, niño o lactante, está respirando, es mirar el tórax: si se eleva, el paciente respira, explica el especialista en reanimación de Clínica Alemana.
Antes de comenzar a hacer la reanimación, es importante pedir ayuda al 131 SAMU o bien a otro sistema de emergencias médicas al que esté asociado y si en el lugar existe un DEA (desfibrilador externo automático), utilizarlo. Una vez solicitado el apoyo, es importante considerar que, sin importar las características del paciente, hay que recostarlo sobre una superficie dura. Hecho esto, las técnicas de compresión y ventilación variación según la edad y contextura de los pacientes.
En pacientes adultos y niños mayores a un año, quien va a realizar la reanimación debe situarse junto a la persona, entrelazar las manos y, con sus hombros perpendiculares al tórax, dejar caer el peso de su cuerpo en el centro del pecho, aproximadamente a nivel del esternón, sin flectar los codos. Las compresiones deben ser de cinco centímetros de profundidad.
Se deben realizar 30 compresiones torácicas y dos ventilaciones boca a boca. Para la respiración, es importante seguir los siguientes pasos:
Cuando se trata de niños de contextura delgada, se puede realizar el ejercicio con una sola mano. Por su parte, la pared torácica de los lactantes es más delgada, por lo que las compresiones se realizan en la misma zona anatómica, pero con dos dedos: índice y medio o medio y anular, lo que sea más cómodo, comenta la enfermera. En este caso, las compresiones deben ser de 4 centímetros y las ventilaciones de boca a nariz y boca de la guagua.
Sin importar las características del paciente, la serie de 30 compresiones por dos ventilaciones debe realizarse cinco veces (equivalente a dos minutos aproximadamente), mientras llega la ayuda. Si se termina la serie y aún no ha llegado la ayuda, hay que verificar si responde a estímulos y si está respirando, si no, repetir hasta que sea necesario, siempre corroborando entre cada serie de dos minutos.
Si el paciente respondió a la reanimación cardiopulmonar antes de que llegue la ayuda hay que recostarlo de lado. De esta forma, se evita que se ahogue y vuelva a caer en paro en caso de vomitar.
Si una persona tiene una falla respiratoria por un cuerpo extraño que no se logra sacar con la maniobra de Heimlich, antes de realizar la respiración boca a boca hay que mirar en su interior. Si se ve el cuerpo extraño y se puede sacar con los dedos índice y pulgar haciendo una pinza, se saca y se hace la ventilación según lo indicado anteriormente. Si no se logra sacar, se hace el ejercicio, pero antes de cada respiración hay que revisar la boca y si es posible, sacar el cuerpo extraño.
Usualmente, en el caso de adultos, el paro cardio respiratorio es producto de una falla cardiaca, por lo que se hace relevante pedir ayuda antes de comenzar la reanimación. Sin embargo, “la causa más frecuente de paro en los niños es por falla respiratoria”. Por lo tanto, hay que reanimar por dos minutos y luego pedir ayuda, especialmente cuando se trata de asfixias por inmersión, para evitar daño cerebral”, dice la enfermera. Sin embargo, en presencia del colapso del niño, debe solicitar ayuda primero y si existe en el lugar un DEA (desfibrilador externo automático), utilizarlo.
La experta asegura que, “en el contexto actual de pandemia, ante el riesgo de contagio por Covid-19, se puede saltar el paso de las ventilaciones y sólo hacer compresiones”. En este caso se deben realizar entre 100 y 120 compresiones por minuto y realizarse por dos minutos. Una vez transcurrido el tiempo, hay que verificar si el paciente responde o respira y si no lo hace, seguir con las compresiones.
Otra circunstancia en la que se puede evitar la respiración boca a boca es en caso de accidentes en los que la persona tiene vómito, sangre o heridas en la boca. “En cualquier situación en la que no se sienta seguro de hacer buenas ventilaciones, hay que hacer sólo compresiones”, comenta.
No obstante, cuando se realiza reanimación cardiopulmonar lo que se debe privilegiar es la vida, asegura Magliona. Por eso, producto de la pandemia, se han desarrollado protocolos que ejecutar al reanimador hacer el ejercicio con el menor riesgo de contagio posible, lo que considera:
En el mes del RCP , cabe recordar que Clínica Alemana es centro de entrenamiento de la American Heart Association. Para más información puedes ver el siguiente enlace.