La salud mental es un tema que cada día se hace más relevante en nuestras vidas. Aunque para muchos es un tema tabú, saber cuándo y por qué acudir a un especialista en salud mental, como un psicólogo o un psiquiatra
se transforma en algo fundamental.
El doctor Alejandro Koppmann, psiquiatra de Clínica Alemana, explica que en salud mental “las consultas más frecuentes son por ánimo bajo, depresión o algún tipo
de manía”.
La vida cotidiana no es silenciosa, tiene síntomas físicos y emocionales casi a diario. Sin embargo, no se consulta por eso porque es lo normal. Habitualmente, se acude a un especialista en salud mental
cuando un síntoma se vuelve persistente, se hace más intenso o se suman otras manifestaciones, comenta el experto.
Existen causas como angustia y trastornos del ánimo que son suficientes para pedir ayuda.
“Lo usual es consultar cuando esos síntomas perturban las actividades cotidianas como el trabajo, vida en familia o de pareja; o las funciones habituales, como la capacidad de concentración y la memoria. Asimismo, es importante acudir a un especialista si estas alteraciones afectan los ciclos y ritmos biológicos como el apetito, la libido o el sueño”, explica el psiquiatra de Clínica Alemana.
En salud mental, el diagnóstico es un acto médico por lo que se sugiere siempre consultar con un médico general o un psiquiatra, quien evaluará los síntomas y la necesidad de tratamiento.
El doctor Koppmann explica que, en ocasiones, los problemas de salud mental pueden estar causados por otras enfermedades como:
En este contexto, “es muy importante que los profesionales consultados descarten razonablemente, de acuerdo con el cuadro clínico o con exámenes, si los síntomas son manifestaciones de otra enfermedad antes de estar seguros de que la queja corresponda a un trastorno emocional”, asegura.
Además, otros síntomas a los que hay que prestar especial atención son:
Una vez detectado el trastorno, se indican las medidas necesarias a seguir. Estas pueden incluir manejo biológico, es decir, fármacos; psicológico, con psicoterapia individual o familiar; y social, como cambios de estilo de vida en
el trabajo, en la educación y el entorno, entre otros.
“Hay pacientes que no desean ‘tomar fármacos’ o ser ‘psiquiátricos’ por lo que acuden inicialmente al psicólogo o
al neurólogo. En esos casos es fundamental que dicho profesional realice una adecuada evaluación que le permita derivar a aquellos casos que requieran manejo por parte de un psiquiatra”, finaliza el experto.