De vuelta de vacaciones, el chequeo de lunares se torna especialmente importante, porque, usualmente nos exponemos con mayor frecuencia a los rayos ultra violeta.
No hay dudas de que la piel es el órgano del cuerpo que se encuentra más expuesto, por esto, cuidarla se vuelve sumamente relevante. Y es que el cáncer de piel puede manifestarse de diversas formas, entre las que destacan:
“Si cualquiera de estas lesiones permanece incólume por más de un mes sin explicación (traumatismo o infección), puede sospecharse un cáncer de piel”, explica el doctor Raúl Cabrera, dermatólogo de Clínica Alemana.
Por esto, además de mantener medidas de protección contra los rayos ultravioleta, que es la principal causa de esta patología, el especialista aconseja que las personas estén atentas a la aparición de cualquier pigmentación súbita o extraña en alguna zona de su piel, para de esta forma, hacer un diagnóstico precoz y tratarlo a tiempo.
Los casos fatales son sólo una pequeña porción de los afectados por esta patología, ya que el cáncer de piel es el menos agresivo de todos los tumores malignos. Sin embargo, como su frecuencia es tan alta -50% de todos los cánceres-, el costo que tiene detectarlo y tratarlo para cualquier sistema de salud es muy elevado.
Existen tres tipos de cáncer de piel:
“Por cada 25 tumores basocelulares, se encuentra cinco espinocelulares y un melanoma maligno, por lo tanto, la frecuencia de un melanoma del total de cáncer de piel es de un 2 a 3%”, afirma el dermatólogo.
“Es cierto que la gran mayoría de los carcinomas de piel tiene un crecimiento epidermotrópico, sin embargo, de un millón de casos de carcinomas basocelulares uno se disemina hacia un órgano interno, y cuando se trata de melanomas malignos en etapa avanzada un 100% deriva en una metástasis, de ahí la importancia de una detección precoz”, afirma el doctor Cabrera.
Aunque es asintomático, el cáncer de piel es el único tumor maligno que siempre está a la vista y, por lo tanto, debería ser el más fácil de diagnosticar, pero lamentablemente muchas veces se detecta demasiado tarde porque no se le da importancia y no se consulta a tiempo.
En general, las lesiones tumorales de la piel son más frecuentes en:
En esta última zona, las partes más vulnerables forman una H: la zona horizontal pasa por los ojos, nariz y labio superior, y las barras verticales por los costados de las mejillas.
Según el dermatólogo de Clínica Alemana, “en un 95% de los casos el tumor de la piel está a la vista, por lo tanto, es importante que las personas estén atentas y se autoexaminen, por ejemplo, luego de la ducha, con un espejo que les permita ver zonas como la espalda”.
Es fundamental que ante una lesión sospechosa el médico indague en la historia clínica del paciente, para ver la evolución de este nuevo lunar o marca. Luego se realiza un examen dermatoscópico, a través de un instrumento que permite ver la zona amplificada.
Si con esto no se logra despejar la sospecha, se efectúa una biopsia, que es el único examen que puede dar un veredicto definitivo. Si se trata de cáncer de piel habrá que recurrir a una cirugía para extirparlo.
Es fundamental que este proceso sea realizado por un especialista en la materia, porque de lo contrario es muy probable que los resultados no sean satisfactorios.
“Esto es como apuntar con una escopeta; si se tiene el objetivo en la mira, todos los resultados del tratamiento al disparar van a ser efectivos, pero si la biopsia fue mal tomada y no es representativa, toda la arquitectura del tratamiento anda mal”, explica el experto.