No quedan dudas de que la pandemia por Covid-19 ha causado un alto nivel de estrés, colapso y hasta depresión en algunas personas. Sin embargo, el cansancio es una de las consecuencias más fuertes que han generado las largas cuarentenas y el alto nivel de contagios en nuestro país.
De ahí que se vuelve especialmente importante aprender a identificar si la fatiga que estamos sintiendo es algo normal o se ha transformado en un cansancio patológico.
Según la doctora Alejandra Segovia, reumatóloga de Clínica Alemana, “el cansancio es la percepción del agotamiento, de la falta de fuerza y energía, ya sea física o mental”.
Asimismo, identifica que existen dos tipos de cansancio: normal y patológico. “El cansancio normal es aquel que es proporcional al esfuerzo que lo ha desencadenado. Si hemos subido un cerro empinado, la gran mayoría sentiremos cansancio corporal, que se va a ver reflejado en debilidad muscular, palpitaciones y respiración agitada, por ejemplo, pero nos recuperamos fácilmente. Si hemos trabajado arduamente durante horas frente al computador, posiblemente sentiremos cansancio mental”, explica.
Por otro lado, advierte que el cansancio podría manifestarse como reflejo de una enfermedad física o mental ¿Cómo identificar un cansancio patológico? “La desproporción entre esfuerzo realizado, la sensación de cansancio y tiempo requerido para recuperarse, y la aparición de otros síntomas o signos como cambios de peso, palidez, palpitaciones, tos, diarrea, dolor, debilidad muscular persistente, irritabilidad, insomnio, desánimo e inapetencia, entre otros”, dice la doctora Segovia.
De esta forma, se hace imperante consultar con un especialista cuando una persona siente que su estado físico comienza a empeorar o su energía empieza a decaer, más de lo esperado para el esfuerzo realizado, y especialmente cuando se presentan además otros síntomas y signos como los mencionados.
La reumatóloga de Clínica Alemana comenta que, habitualmente, el cansancio patológico se presenta de forma mixta, vale decir, físico y psicológico. “Tanto físico como mental, predominando según el caso un componente u otro. La predominancia de uno u otro ayuda a orientarnos en la causa del agotamiento; si se trata de una enfermedad localizada primariamente en el cuerpo, o si es una enfermedad psiquiátrica”.
Aclara, además, que la fatiga crónica sería una excepción a esto, puesto que se percibe a nivel muscular (cuerpo), teniendo su origen a nivel neuropsiquiátrico.
Finalmente, la experta es enfática al mencionar que frente a la sospecha de un cansancio patológico es recomendable consultar al médico.