Envejecer es parte de la vida y no lo podemos evitar. Por esto, es importante entenderlo como un proceso biológico normal en todos los seres humanos. Sin embargo, podemos tomar algunas decisiones que nos permitirán llegar a la tercera edad de forma funcional, explica el doctor Francisco Ibarra, internista y especialista en medicina preventiva y antienvejecimiento de Clínica Alemana.
“Un adulto mayor funcional es aquel que es capaz de realizar de forma autónoma las actividades de la vida cotidiana”, dice el especialista. Entre estas tareas reconoce:
Asimismo, el doctor Ibarra asegura que “esto es muy relevante en la salud de este grupo, porque su alteración aumenta sus probabilidades de enfermar o morir, así como los costos de salud y el uso de recursos sociales, además de la posibilidad de institucionalización y futura discapacidad ”.
En este contexto, debemos entender que existen dos tipos de envejecimiento: fisiológico y patológico. De esta forma, se entiende por envejecimiento fisiológico aquel que produce un deterioro progresivo y acorde al efecto del paso del tiempo. Mientras que, el patológico produce un envejecimiento acelerado, producto de la interacción que existe entre el ambiente, un estilo de vida poco saludable, la potencial aparición de enfermedades y la base biológica de cada persona.
No existen los límites para un adulto mayor sano. Este límite varía y está determinado por diferentes factores entre los que destacan:
“Así, podremos observar a muchos adultos mayores capaces de realizar de alto requerimiento físico y mental. Ahora, cuando uno observa poblaciones de adultos centenarios y supercentenarios, la mayoría de ellos suele realizar actividades mesuradas como caminar o jardinear ”, dice el experto.
Además, entrega una serie de recomendaciones que nos pueden ayudar a llegar a la tercera edad de forma funcional:
“Múltiples estudios muestran el beneficio de caminatas diarias en la reducción de enfermedades cardiovasculares y muerte por cualquier causa. El equipo de salud tiene la misión y responsabilidad de acompañar a nuestros adultos mayores en promover la actividad física como parte de un estilo de vida, de forma segura y eficiente adaptada a las necesidades y preferencias de cada uno ”, agrega el experto.
"No. Siempre es posible detener o enlentecer este proceso. La ganancia dependiente del problema de base. Asuntos que tienen gran impacto en la salud son: dejar de fumar, reducir o suspender el consumo de alcohol, el control estricto de los factores de riesgo cardiovascular, mejorar la calidad del sueño ”, asegura el doctor Ibarra.
Finalmente, el internista de Clínica Alemana comenta que “ siempre deberíamos evitar que un adulto mayor requiera cuidador. Sin embargo, si pierde autonomía y necesita soporte, la persona que lo ayude debe estar calificada para atender a quienes tienen necesidades especiales. Lo anterior, porque la falta de ayuda o adecuada orientación para un cuidador o familiar a cargo favorece la institucionalización del adulto mayor ”.