A pesar de que el alcohol suele estar presente en cada celebración o evento social al que asistimos, es muy importante que sepamos reconocer el impacto que tiene en nuestra salud. Así lo explica el doctor Nicolás Libuy, psiquiatra de Clínica Alemana.
“Esto se ha visto en Chile y el mundo, porque el alcohol genera un alto costo a la salud, pero también en términos sociales, económicos y sanitarios”, dice el especialista. En esta línea, agrega que:
- En términos de magnitud, el 16,4% de los años de vida perdidos por muerte prematura en Chile son atribuibles al alcohol.
- A nivel nacional, el costo económico del alcohol es 5 veces el valor recaudado por impuestos.
- El consumo de alcohol es responsable del 10% de las muertes en el mundo en personas entre 15 y 49 años.
Efectos del alcohol
Además de lo anterior, el alcohol trae una serie de efectos negativos, entre los que el especialista destaca:
- Intoxicación: se relaciona a todas las manifestaciones conductuales, mentales y psicológicas, pero también a los aspectos físicos que tiene el alcohol en el cuerpo. Altera el comportamiento de manera importante y en cantidades
altas puede ser tremendamente tóxico.
- Resaca: síndrome de retirada del alcohol. Es como un pequeño síndrome de abstinencia, es una suspensión brusca, luego de haber estado expuesto a dosis importantes de alcohol, lo que genera mucho malestar.
- Accidentes: el alcohol está involucrado en muchos accidentes de tránsito, pero también laborales o del hogar.
- Cambios emocionales y alteración de la conducta: especialmente preocupante en quienes tienen trastornos mentales.
- Interacción con medicamentos: puede tener varias consecuencias negativas, sobre todo relacionadas a cambios conductuales, además del efecto tóxico y de sedación que esto pueda provocar.
Además, el consumo de alcohol se transforma en un importante problema de salud física, porque produce:
- Irritación del tubo digestivo.
- Riesgo cardiovascular.
- Daño hepático.
- Daño en el páncreas.
- Debilita sistema inmune.
- Cáncer.
- Dependencia.
- Síndrome de abstinencia.
- Problemas de salud mental.
- Daño neurológico.
¿Existe el consumo de bajo riesgo?
“Primero, es importante decir que no hay cantidades de alcohol que sean saludables o que uno recomendaría consumir, sino que, al contrario. Siempre, aunque sean niveles bajos, el alcohol tiene un potencial de riesgo”, asegura el doctor
Libuy.
Entre los grupos que presentan un mayor riesgo se encuentran:
- Adolescentes.
- Mujeres embarazadas.
- Personas con problemas de salud física.
- Pacientes con un diagnóstico psiquiátrico u otros problemas de salud mental.
Dicho esto, podemos reconocer niveles de consumo de bajo riesgo. “Hay personas que consumiendo en un nivel de bajo riesgo, tal como dice el concepto, se exponen a una baja probabilidad de desarrollar problemas en el tiempo”, dice.
Así, entre las conductas de bajo riesgo el psiquiatra de Clínica Alemana distingue:
- No más de 2 tragos al día en hombres y 1 trago en mujeres.
- No beber varios días seguidos.
- Siempre dejar al menos 2 días sin beber a la semana.
- Nunca beber más rápido que 1 trago cada 1 1/2 horas.
- No beber al conducir.
- No beber cuando se realizará actividades riesgosas.
- No beber si estás tomando benzodiacepinas u otros medicamentos con posible interacción.