Los químicos del hogar son la segunda causa de intoxicaciones accidentales en los niños, después de los fármacos. “En general, la ingesta de productos químicos se da con mayor frecuencia entre los 3 y 4 años, en especial en la cocina que es el lugar donde se almacenan estos productos más habitualmente”, dice la doctora Paula Viviani, pediatra de Clínica Alemana.
Sin embargo, aclara que este no es el único lugar en el que se guardan estos productos, sino que hay otros lugares en los que se pueden encontrar sustancias riesgosas:
- Baño.
- Logia.
- Bodegas.
- Jardín.
- Otros.
“En general los productos de aseo de hogar tienen baja toxicidad y mal sabor, por lo que la ingesta tiende a ser de poco volumen, sin causar problemas grandes. Pero en ocasiones, sobre todo si son productos cáusticos, estos pueden quemar y producir lesiones en la boca, la garganta, esófago y en la piel, que llegan a ser de gravedad según la exposición”, dice la especialista.
¿Cómo prevenir intoxicaciones por productos químicos?
La ingesta o exposición accidental a estos productos debe evitarse, por lo que la doctora Vivani entrega las siguientes recomendaciones:
- Guardar los productos de limpieza inmediatamente después de su uso.
- Que el lugar donde se almacenen los productos de limpieza, pesticidas, químicos en general sea de difícil acceso, ojalá en altura y con posibilidad de poner llave o un cierre de seguridad.
- No dejarlos a la vista de los niños, sobre todo si tienen colores llamativos ya que pueden pensar que son bebidas y tomarlos de forma accidental.
- Nunca guardar en envases de alimentos o bebidas. Intentar mantenerlos siempre en el envase original para poder identificarlos y no confundirlos.
- Tener el menor número posible de artículos de limpieza y no guardar restos, sobre todo de los elementos más tóxicos con pesticidas, plaguicidas y venenos que no se usan de manera frecuente.
- Preferir envases que cuenten con tapa de seguridad.
- Siempre estar muy atento cuando los niños estén en otra casa dado que no pueden tener las mismas precauciones por lo que nunca se debe reemplazar la vigilancia y supervisión de los niños.
- Debemos educar a los niños en que el uso de estos productos es exclusivo para los adultos y que a ellos les pueden producir daño.
- Educar a otras personas con las que el niño pase parte de su día para que estén al tanto y puedan aplicar las medidas de prevención también como, por ejemplo, en la casa de los abuelos o el cuidador.
Finalmente, la experta explica que ante cualquier evento de ingesta de cualquier tipo de tóxico se debe acudir a un servicio de urgencia.