El aumento de micción nocturna se presenta en adultos desde los 50 años y puede afectar considerablemente su calidad del sueño, explica el doctor Jacob Yumha, geriatra de Clínica Alemana.
El hábito de orinar, fundamentalmente diurno, tiene una regulación, tanto en su producción como en su eliminación, bastante estrecha en condiciones de salud normal y se relacionan directamente con:
“Siempre se produce orina, pero se almacena transitoriamente en la vejiga hasta que la sensación de llene o plenitud vesical nos avisa que es hora de evacuar. En su control actúan múltiples áreas (urológico, neurológico, entre otras), por lo tanto, es muy delicado”, explica el especialista.
Mientras que, durante la noche, cuando las personas están en reposo, normalmente se produce menos orina. Es por lo anterior que “el periodo de tiempo en que el cuerpo avisa que está en condiciones de plenitud vesical aumenta, permitiéndonos dormir durante la noche seis horas o más, sin perjuicio de que algunas veces somos despertados y vamos al baño a orinar”, agrega.
Asimismo, el doctor Yumha asegura que, “si la frecuencia de orina nos despierta más de una vez e interrumpe nuestro sueño y descanso normal, estamos en presencia de un hecho anormal que debe ser estudiado. Por ejemplo, si debemos despertarnos a orinar tres veces en la noche, es conveniente preguntarse qué puede estar sucediendo con miras a mejorar la calidad de sueño, que influirá en nuestra calidad de vida”.
De acuerdo con lo comentado por el geriatra de Clínica Alemana, las personas que sufren de esto y son más observadoras comienzan a realizar cambios en su vida, como bajar la ingesta de líquidos en la noche.
Además, agrega que no es extraño que consulten por trastornos de sueño, que suelen ser bastante tardíos, en que el ajuste dietario ya no es capaz de corregir el despertar nocturno. En este contexto, para hacer el diagnóstico de esta condición, el especialista deberá preguntar si ha aumentado la frecuencia de orina nocturna con respecto al basal, vale decir, más de dos micciones durante la noche, por ejemplo, y si esto compromete la calidad del descanso nocturno.
Los tratamientos son variados y diversos. Así, el paciente debe pasar por varios pasos previos al tratamiento, que consisten en:
Dependiendo de estos análisis se podrá ofrecer el tratamiento más adecuado para corregir las molestias de cada paciente. Existen medicamentos que pueden ayudar en algunos casos puntuales, mientras que en otros será expresión de algún problema médico subyacente, por ejemplo, insuficiencia renal crónica, o urológico como son los problemas a la próstata, en el caso de los hombres.
Lo esencial es identificar la causa y sus desencadenantes para diseñar un plan de tratamiento multiprofesional, cierra el experto.