Convertirse en mamá no es un proceso fácil, especialmente cuando esto ocurre por primera vez. Por esto, entender qué es lo que está pasando con tu cuerpo y mente durante el embarazo es sumamente relevante, ya que te ayudará
a identificar cuándo las situaciones que estás viviendo son normales y cuándo debes consultar con un equipo médico especialista.
Al respecto, el doctor Juan Pablo Undurraga, psiquiatra de Clínica Alemana,
asegura que “el periodo perinatal es muy importante en la vida y está lleno de desafíos para la madre, para su pareja y para todo el sistema familiar”.
En esta línea, explica que se producen cambios desde múltiples puntos de vista, entre los que se encuentran:
“Es un período de alta vulnerabilidad y muchas mujeres presentan síntomas de malestar psíquico o enfermedades mentales en este contexto”, agrega.
El doctor Undurraga es enfático al comentar que “es importante entender que las enfermedades mentales en el periodo perinatal pueden afectar a cualquier persona. La depresión, por ejemplo, afecta aproximadamente a 1 de cada 10
mujeres embarazadas. El estigma asociado a las enfermedades mentales, las expectativas y presión social, y la falta de conocimiento, hacen que la salud mental se invisibilice. Como consecuencia, muchas personas no reciben un tratamiento adecuado”.
Dicho esto, Macarena Silva, psicóloga de Clínica Alemana,
explica que, “a pesar de que existen múltiples causas para sufrir depresión en la etapa de gestación, en general, se reconocen cuatro factores de riesgo principales”. Estos son:
La forma de prevenir, “es importante contar con una red social que esté atenta a las posibles complicaciones de una mujer embarazada en ámbitos de salud mental. Por esto, es sumamente importante que, en los controles de su embarazo, el especialista a cargo esté alerta a cualquier tipo de cambio en términos de ansiedad o sintomatología depresiva”, asegura la psicóloga de Clínica Alemana.
Para lo anterior, entre otras cosas, se utiliza la escala de Edimburgo. Se trata de un cuestionario de 10 preguntas que habitualmente se emplea desde el segundo control de embarazo, para evaluar cómo está el tema de la salud mental. “Nosotros hemos tratado de incorporar también cuatro preguntas que tienen que ver con los cuatro factores de riesgo anteriormente mencionados”, dice la experta.
Es importante consultar con un especialista del área cuando hay presencia de síntomas de depresión o dudas sobre la salud mental de la mujer embarazada. Según Macarena Silva, entre los síntomas a los que hay que prestar atención para sospechar una depresión en el embarazo se encuentran:
“Estas distintas sintomatologías van dando cuenta de una posibilidad de que pudiera haber alguna alteración y sería bueno poder consultar a algún psicólogo o psiquiatra, idealmente del ámbito de salud mental perinatal. Nosotros, en general, proponemos que sea en el segundo control de embarazo, pero si se ve que desde un comienzo se han instalado los síntomas anteriormente señalados; hacerlo en el primer trimestre y no dudar mucho en consultar”, dice la especialista. También es importante que las personas que tienen antecedentes de algún trastorno mental consulten precozmente, para poder hacer una planificación y un acompañamiento adecuados.
Prevenir estas patologías o tratarlas adecuadamente cuando ya están presentes es sumamente relevante, porque según el doctor Undurraga, “el estrés significativo o las enfermedades mentales durante el embarazo pueden afectar
al feto o al bebé en aquellas mujeres que presentan síntomas en el post-parto. Esto podría traducirse en alteraciones del desarrollo cognitivo, emocional y físico, que pueden persistir en el tiempo incluso hasta la vida
adulta”.
“En la madre, los síntomas pueden llegar a ser graves, produciendo sufrimiento y malestar, además de complicaciones que pueden amenazar su vida. Por todo esto, es relevante visibilizar este tema y ofrecer un tratamiento oportuno”,
agrega.
Finalmente, ambos especialistas coinciden en que el tratamiento debe ser oportuno e integral, incorporando a todos los actores que rodean la maternidad. Lo anterior incluye desde intervenciones enfocadas en mejorar el soporte familiar, hasta acciones específicas
que amplían los recursos maternos, la capacidad de adaptarse a los cambios, de vincularse con el bebé, también abordar temas psicológicos asociados a la maternidad y en algunos casos, farmacológicos. En este contexto, es muy importante trabajar en equipo con ginecólogos, matronas, pediatras, psicólogos, psiquiatras, fisiatras, kinesiólogos, entre otros.