Un reciente estudio permitiría realizar diagnósticos más adecuados para el tipo de mareo crónico más frecuente en el mundo, lo que eventualmente permitiría diseñar terapias específicas para tratarlo.
Los mareos y vértigo no son diagnósticos, sino que un síntoma que se caracteriza por variados signos que los pacientes describen como “que el mundo se mueve, que ellos son los que giran o simplemente una sensación difícil de describir: de inestabilidad, inseguridad o susto por riesgo a caer”, explica el doctor Hayo Breinbauer, otoneurólogo de Clínica Alemana.
En este contexto, el especialista asegura que los síntomas que pueden presentar los pacientes que sufren de mareos y vértigo son muy variados, pero lo importante es identificar cómo estos se comportan en el tiempo, lo que permitirá a su médico tratante clasificarlo dentro de los 3 grandes grupos de tipos de mareos.
1.- Agudos: se trata de vértigos o mareos que se presentan como crisis que comienzan de la nada. Son muy intensos, por lo que los pacientes se asustan y terminan asistiendo a un servicio de urgencia.
2.- Episódicos: este tipo de crisis se presenta en pacientes que normalmente no tienen mareos, pero ocurren de forma anecdótica y, en ocasiones pueden llegar a durar varias horas.
3.- Crónicos: este tipo de mareo ocurre a personas que están todo el día o gran parte del él con síntomas.
El doctor Breinbauer es enfático al recordar que todo paciente que tenga síntomas de vértigo o mareos intensos que le incomoden o afecten su calidad de vida deben consultar con un especialista. Asimismo, asegura que cuando ocurre con síntomas agudos se debe acudir rápidamente a un servicio de urgencia.
“La inmensa mayoría de los mareos tiene solución y uno no tiene por qué estar mareado por la vida”, dice el otoneurólogo y agrega que “en particular es importante añadir que frente a la presencia de un mareo o vértigo agudo, ese mareo que aparece de la nada, especialmente si es muy intenso y está asociado a náuseas o vómitos, se debe consultar rápidamente a un servicio de urgencia, ya que hay una posibilidad de que eso sea un ataque cerebrovascular”.
Tal como mencionamos anteriormente, los mareos son un síntoma y pueden estar asociados a una amplia variedad de enfermedades, de las que la gran mayoría están originadas en el oído y son benignas, por lo que no tienen una gravedad importante, aunque generan muchas molestias.
“Una de las patologías más habituales es el vértigo posicional paroxístico benigno, pero lo importante es que hay dos grandes listados de enfermedades que pueden ocasionar mareos: uno que tiene que ver con el oído y otro con el cerebro”, comenta el experto.
Así como existen diferentes tipos de mareos, hay variados tratamientos y cada uno va a depender de la causa específica que lo esté produciendo. Sin embargo, de acuerdo con lo aclarado por el otoneurólogo de Clínica Alemana, “la gran mayoría de los mareos más frecuentes no se resuelven con medicamentos, sino con terapia física que, en ocasiones, permite a los pacientes tener una solución a su problema en pocos minutos”.
“Otros pacientes tendrán que hacer rehabilitación vestibular que es una suerte de kinesiterapia para el equilibrio. Por su puesto, hay otro tipo de tratamientos más específicos que pueden incluir medicamentos orales o incluso inyecciones al oído que se utilizan para algunos tipos de mareos más especiales. Asimismo, hay algunas terapias que requieren también el apoyo de otras disciplinas, porque los trastornos de mareos pueden generar y estar relacionados íntimamente con patologías bien importantes de salud mental”, dice el especialista.
Actualmente, el diagnóstico para el mareo perceptual postural persistente – que es el tipo más frecuente de mareo crónico –, se basa esencialmente en la historia que el paciente relata en la consulta y los síntomas que describe. Por esto, un grupo de especialistas, incluido el doctor Breinbauer, desarrollaron una hipótesis de trabajo que podría apoyar el diagnóstico de una condición que aún tiene una causa desconocida.
Así, motivados por cómo afecta la calidad de vida de quienes lo padecen, puesto que muchos de ellos dejan de salir de sus casas por temor a marearse en la calle, realizaron una investigación en base a la propuesta de que el origen de esta patología está en que estos pacientes tienen alterada una parte del cerebro que se encarga de calcular por dónde moverse y programar los movimientos en espacios tridimensionales.
“Es algo que ocupamos todos los días para caminar a través de una pieza o por la calle, planificar cuál va a ser nuestra ruta y respondiendo la pregunta de dónde está mi cuerpo con respecto al espacio que me rodea. Nosotros postulamos que en aquellos pacientes que tienen esta forma de mareo crónica, en algún momento ocurre un problema dentro del cerebro que hace que su navegación espacial comience a cometer errores y responder de forma fallida en torno a la pregunta planteada y ese error persistente es lo que las personas evaluarían como lo que representaría los síntomas que tienen”, explica.
En este estudio se identificó que efectivamente pacientes con esta patología tienen problemas a la hora de hacer pruebas de navegación espacial en ambientes virtuales. Por esto, el equipo de investigadores propone que, si se identifica que realmente esta es la causa de los mareos, podrían hacerse diagnósticos más adecuados de este cuadro, lo que eventualmente permitiría diseñar terapias específicas para tratar el tipo de mareo crónico más frecuente en el mundo.