Voluntarios de Clínica Alemana trabajaron durante tres jornadas en la recuperación de huerto en colegio de Colina
Sabemos lo importante que es para los niños en etapa escolar alimentarse sanamente y tener la oportunidad de desarrollar un vínculo estrecho con la naturaleza.
Con eso en mente, se llevó a cabo un proyecto de voluntariado corporativo por parte de Clínica Alemana –en conjunto con Desafío Levantemos Chile–, en la construcción de un nuevo huerto de la Escuela Francisco Petrinovic Karlovac, del sector de Chacabuco en la comuna de Colina, el cual se había deteriorado por la pandemia y la escasez hídrica.
Durante tres jornadas, más de 100 trabajadores de Clínica Alemana asistieron al colegio de manera voluntaria, en horario laboral protegido, para aportar en la reconstrucción y acondicionamiento del huerto. Gracias a esa labor y a las capacitaciones que la fundación Huertas Comunitarias va a hacer a la comunidad, alrededor de 380 niños y sus familias se verán beneficiados.
Con las mejoras realizadas, la intención ahora es que la comunidad pueda alimentarse sanamente y generar instancias de aprendizaje con los alumnos sobre cómo cultivar alimentos saludables, conocer la información nutricional y vincularse con la naturaleza.
Mónica Carvallo, profesora de Ciencias de la Escuela Francisco Petrinovic Karlovac de Colina, encargada del huerto escolar y el medio ambiente, comenta la experiencia: “Agradezco a todos los voluntarios que han estado renovando nuestro huerto. Este espacio va a servir para que nuestros alumnos aprendan a trabajar colaborativamente, a cuidar el planeta, la tierra, y que disfruten de este espacio al aire libre”.
Esta iniciativa es parte del programa Buen Vecino de Clínica Alemana, en el marco del cual ya se hizo un operativo ambulatorio en el colegio. Se espera que haya más actividades con la escuela, para seguir aportando a mejorar la calidad de vida de la comunidad.
“Me pareció fabuloso poder participar con diversas áreas. Ver cómo nos afiatamos en las tareas y todo lo que avanzamos en un día fue maravilloso. Además, fue muy reconfortante trabajar para ese grupo de
niños, fue una experiencia maravillosa”.
Sonia Hernández, matrona de Clínica Alemana.
“Para mí fue una experiencia muy agradable ya que, a mis 31 años en Clínica Alemana, poder realizar esta labor social me llena de orgullo y me hace sentir que soy parte de una institución que no solo se dedica
a nuestros pacientes, si no que va más allá en ayudar”.
Christian Orellana, auxiliar de Enfermería de Clínica Alemana.
“Para mí el voluntariado fue una hermosa experiencia. Estoy muy feliz de que la Clínica haya abierto la opción de hacer voluntariado a los administrativos. El rol
social es una de las cosas que más me gusta de la institución y me encanta hacer más en ese ámbito”.
Daniel Halcartegaray, subgerente de Procesos de Clínica Alemana.