La otitis externa o de piscina es una patología común durante los meses de verano, especialmente en los niños.
Cualquier inflamación en el oído recibe el nombre de otitis, sin embargo, la más común de ellas es conocida como otitis externa o de piscina. Se trata de una molestia que puede ir de menos a más y que aparece con mayor frecuencia durante los meses de verano en la población infantil –que pasa más tiempo en el agua–, aunque los adultos no están exentos de padecer esta molestia.
“La otitis de piscina es una inflamación de la piel que forma parte del conducto auditivo externo” , explica la doctora María Milena Agurto, otorrinolaringóloga de Clínica Alemana, y agrega que generalmente es consecuencia del agua que queda en los oídos después de que has nadado o te has sumergido en una piscina. En ese contexto, se crea un ambiente húmedo en los canales auditivos que propicia el crecimiento de bacterias. No pasa lo mismo en el mar, por su concentración salina, aunque sí hay que poner atención en las aguas tibias, por ejemplo, del Caribe.
Es frecuente relacionar la otitis externa con las piscinas. Aunque coloquialmente se la conoce como “otitis de piscina”, son varios los factores que pueden causarla:
Este último factor, comenta la especialista, se ha dado con mayor frecuencia desde el inicio de la pandemia y el aumento del teletrabajo: “Los últimos 2 años he visto pacientes que utilizan audífonos que se introducen en el conducto auditivo. Al estar todo el día con esta zona tapada aumenta la humedad y disminuye la ventilación”, a lo que se suma un daño provocado por el volumen y las horas que el oído está expuesto a altos decibeles. Para prevenir, la recomendación de la especialista son los audífonos tipo “cintillo”, que cubren la oreja en su totalidad .
Por lo general, los signos de la otitis externa comienzan de manera leve: “El principal síntoma es el dolor de oídos. Cualquier otitis duele, pero en este caso en particular el dolor es insidioso y no es permanente, más bien va y viene. Es como una puntada que no necesariamente provoca sordera, pero que puede evolucionar con el paso de los días”, explica la especialista.
De acuerdo a la doctora María Milena Agurto, los pacientes consultan recién cuando el dolor es bastante intenso y persistente. También comenta que, en casos más graves, puede disminuir la audición o salir líquido del oído, lo que se conoce como otorrea. En ocasiones, además, las bacterias pueden pasar a las capas más profundas de la piel, provocando celulitis o inflamación de la oreja . “De ahí la importancia de consultar a tiempo”, comenta la otorrinolaringóloga, y enfatiza la prevención en aquellos pacientes con algunas patologías que pueden aumentar los factores de riesgo:
Los niños son más propensos a la otitis externa, porque pasan mayor tiempo en la piscina y sumergen más la cabeza en el agua : “Las consultas pediátricas, además, suelen ser más comunes, ya que los niños manifiestan cuando tienen dolor. No así los adultos”, explica la especialista. Por lo mismo, en el caso de los menores debemos poner atención cuando:
Hay varias maneras en que puedes prevenir la otitis externa. La doctora María Milena Agurto confirma que una otitis de piscina debe tratarse de menos a más, comenzando por consultar a un especialista apenas aparecen las primeras dudas o los primeros síntomas .
Sumado a esto, debes poner atención en: