Escopolamina o burundanga:
Las drogas por contacto generan miedo y confusión entre las personas por sus supuestos efectos desestabilizadores inmediatos.
Se dice que las drogas por contacto, por sus efectos síquicos y físicos, son utilizadas con fines delictuales. Especialmente para doblegar la voluntad y ordenar a las víctimas a realizar determinadas acciones.
La escopolamina, conocida popularmente como burundanga, es una de las llamadas drogas por contacto más conocidas en Chile. Proviene de plantas que la contienen en diferentes concentraciones. Y puede actuar sobre las zonas del cerebro que se relacionan con la memoria y las funciones cognitivas.
La ingesta de escopolamina puede causar los siguientes efectos:
En dosis muy altas, la escopolamina produce arritmias cardíacas, taquicardia severa, fibrilación, insuficiencia respiratoria, colapso vascular y, en casos extremos, la muerte.
De todas maneras, el doctor Ricardo González, urgenciólogo especialista en Toxicología de Clínica Alemana revela que aún no existen casos descritos por escopolamina en Chile. “En el extranjero sí hay casos descritos del uso de GHB o “éxtasis líquido” para fines delictivos”, el cual corresponde a un poderoso depresor del sistema nervioso central.
Las drogas por contacto suelen aparecer en testimonios de personas que han sufrido episodios de pérdida de conciencia en la vía pública luego de una acción de terceros. A partir de sustancias aplicadas en la piel o por aerosol en un ataque con fines delictuales, las personas habrían tenido síntomas como:
El doctor Ricardo González, especialista en Toxicología de Clínica Alemana, afirma al respecto: “No se puede atribuir a las llamadas drogas por contacto los efectos descritos”. Incluso, los medicamentos intravenosos toman tiempo, por lo cual “es casi imposible que por vía cutánea se logren esas consecuencias”.
Además, el urgenciólogo descarta su efectividad para ingresar al organismo por vía respiratoria o cutánea en situaciones de tipo casual donde no se advierta su presencia. Esto porque que esa forma de administración en aerosol o polvo solo funciona en cantidades muy abundantes.
Respecto de la utilización de parches con el mismo fin, el doctor Ricardo González indica que “algunas formulaciones de escopolamina pueden liberar un miligramo en tres días, pero las dosis que se utilizan en ilícitos con el fin de provocar pérdida de consciencia se describen entre 60 y 80 miligramos, por lo que es muy poco probable que una droga por contacto comience a actuar tan rápidamente en el sistema nervioso, se metabolice y luego produzca sus efectos”.
El doctor Ricardo González advierte sobre el riesgo que puede implicar la ingesta oral de alimentos o líquidos contaminados que hagan efecto en el tracto gastrointestinal. “No se trata de drogas recreativas, debido a que no se consume por decisión propia para generar determinado estado de ánimo o satisfacer una adicción, sino que su objetivo es inhibir la voluntad”.
Esas sustancias pueden provocar consecuencias como la pérdida de consciencia, por un plazo de hasta 72 horas. Por eso, puntualiza, lo ideal es que la persona que sospeche haber sido víctima de un ataque de este tipo, haga la denuncia y acuda a un facultativo que emita la orden médica para realizar los exámenes de laboratorio de rigor.