Ponerse de pie es un estrés para los seres humanos ya que la cabeza adquiere mayor altura y la sangre se desplaza hacia la mitad inferior del cuerpo por efecto de la fuerza de gravedad. Funcionamos igual que una botella de bebida donde nuestra cabeza, cerebro, es la tapa y la bebida la sangre. Esta situación es compensada rápidamente por el sistema nervioso autónomo al producir vasoconstricción periférica, lo que "reduce el tamaño de la botella". De esta forma evita que disminuya la presión que irriga el cerebro.
Cuando este sistema no funciona bien, es posible que se presenten síntomas como mareos, fatigas o desmayos. Como parte del estudio de estos síntomas se puede realizar un tilt test.
El Tilt test, o examen de inclinación corporal, es una prueba que permite evaluar la capacidad del sistema nervioso autónomo de mantener la presión arterial en rangos adecuados al adquirir la posición de pie.
La persona debe recostarse en una camilla, a la que queda sujeta. Luego de una etapa de reposo, esta es levantada a un ángulo de 70° durante un periodo de tiempo determinado.
Durante el examen al paciente se le realizan mediciones periódicas de la presión arterial mientras permanece con un registro continuo de electrocardiograma. La idea es poder reproducir los síntomas que motivaron su estudio: fatiga o desmayo. Si esto no ocurre en forma espontánea puede ser necesario administrar un fármaco para estresar más al sistema nervioso autónomo. Si síntomas aparecen la prueba se detiene. En la mayoría de los casos los síntomas desaparecen al volver a posición horizontal.
Para someterse al Tilt test se debe considerar lo siguiente: