La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una condición patológica frecuente, que afecta al 10% a 20% de la población.
El reflujo gastroesofágico es el retorno involuntario del contenido del estómago hacia el esófago. “Por definición corresponde a una situación fisiológica, todos tenemos reflujo, pero es asintomático. Se transforma en una enfermedad cuando la exposición del esófago al contenido que refluye está aumentada, por lo tanto, provoca síntomas y complicaciones”, explica el doctor Álex Navarro, gastroenterólogo de Clínica Alemana.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) es una condición patológica frecuente, que afecta al 10 %, 20 % de la población. Existen algunos factores predisponentes al reflujo:
El doctor Álex Navarro detalla que pueden existir distintos tipos de síntomas, pero por lo general existen:
Síntomas digestivos:
Síntomas respiratorios:
Síntomas dentales:
“Son bastantes impactantes algunos síntomas, sobre todo el espasmo laríngeo o el dolor toráxico. Por eso, lo importante es trabajar en equipo y realizar un estudio complementario. Si hay síntomas de dolor toráxico o respiratorios complejos, la primera opción es estudiar lo cardíaco, luego lo broncopulmonar y después hacer el estudio digestivo”, enfatiza.
El especialista en gastroenterología, comenta que existen varios procedimientos que son relevantes para tomar decisiones:
“Más del 70 % de las veces encontramos una endoscopia normal o casi normal. Al respecto, una de las preguntas más frecuentes que nos hacen los pacientes es por qué tienen síntomas de reflujo y endoscopia normal. La respuesta es que el diagnóstico de reflujo está basado en los síntomas y la endoscopía no es para confirmar el diagnóstico, sino que su utilidad es determinar si hay evidencia de daño por reflujo en el esófago”, explica el doctor Álex Navarro.
“Para las personas que tienen un reflujo no erosivo, es decir, con una endoscopia normal o casi normal, es muy efectivo seguir un tratamiento con inhibidores de bombas de protones, que son medicamentos muy potentes para bloquear la secreción ácida. Gracias a eso, se ha logrado controlar de manera eficiente los síntomas de ardor de pirosis y también la regurgitación”, explica el doctor Álex Navarro.
Sin embargo, cuando se encuentran erosiones en el esófago del paciente es necesario un tratamiento más prolongado y, en algunos casos, planificar controles endoscópicos sucesivos. “En los casos complejos, refractarios a las medidas iniciales o en quienes estemos considerando una cirugía, solicitamos otros estudios, como pH impedanciometría de 24 horas, la manometría de alta resolución y la radiografía (Rx) contrastada, porque eso permite tener una evaluación global más detallada”, concluye.
Las medidas generales a tomar son indicaciones transversales a todo paciente. Basados en el diagnóstico podrían tener mayor o menor impacto: