El verano es una época donde disfrutamos del buen tiempo, pero también puede ser peligrosa debido a las altas temperaturas, que pueden provocar graves problemas de salud, como la deshidratación, los golpes de calor o descompensación de pacientes con diferentes enfermedades, especialmente de índole cardiovascular y renal.
Es importante saber que la capacidad para afrontar el calor extremo depende en principio de la respuesta del sistema nervioso central (hipotálamo) a las altas temperaturas, pero también de tener una buena salud y adecuado control de enfermedades crónicas.
Por lo anterior, te compartimos 5 consejos para protegerte del calor si eres una persona mayor o estarás acompañando a una.
Entre las 12 del día y las 5 de la tarde se experimentan las temperaturas más elevadas y hay un alto riesgo de sufrir un golpe de calor. Trata de salir a primera hora de la mañana o al final de la tarde. No olvides usar bloqueador solar y en lo posible utiliza lentes de sol.
La deshidratación es uno de los principales peligros durante las olas de calor. Las personas mayores son más susceptibles a padecerla, ya que tienen una menor capacidad para regular la temperatura.
Por lo anterior, mantener una adecuada hidratación es muy importante y es uno de los pilares para el buen funcionamiento de nuestro organismo porque ayuda a regular la temperatura corporal y participa en muchas de las reacciones químicas del organismo que mantiene las funciones vitales.
Recuerda que debes tomar mucha agua, al menos 2 litros de agua al día.
Para que las personas mayores logren mantenerse hidratados durante el verano, te aconsejamos seguir estas medidas:
Este tipo de ropa ayuda a que el cuerpo se refresque. Evita los colores oscuros porque absorben el calor y no olvides proteger la cabeza del sol, usando sombrero o gorra.
Por tener un efecto diurético, provocan una pérdida importante de líquido, aumentando la deshidratación. Es aconsejable evitar su consumo durante las olas de calor. Si aun así decides tomarlos, es importante hacerlo con moderación.
Sin lugar a duda, nada mejor que una buena ducha para refrescarse en los días de calor extremo. Si no existe la posibilidad de tomar un baño, aplica agua fría en la cara, el cuello y las muñecas.
Un golpe de calor es una condición que ocurre cuando el
cuerpo no puede regular su temperatura. Alguna de las señales que estamos frente a uno pueden incluir:
Si consideras que alguien está sufriendo un golpe de calor ayúdalo a que reciba asistencia médica de inmediato. Te aconsejamos reservar una atención en el servicio de TeleUrgencia con uno de nuestros urgenciólogos.
Mientras tanto, toma las siguientes medidas: