Cuidar tu salud y mejorar tus hábitos es clave para disfrutar al máximo la vida. Por este motivo, el chequeo médico es tan importante, ya que es una evaluación que busca enfermedades, y otras condiciones de salud antes de que causen síntomas.
Las patologías investigadas dependen de la realidad nacional y familiar de cada persona. Las enfermedades que podemos prevenir o diagnosticar oportunamente son hipertensión arterial, diabetes mellitus 2, dislipidemias (colesterol elevado), cáncer de cuello uterino, cáncer de mama, cáncer de próstata y cáncer de colon, entre otras.
Para esto, la mayoría de las veces se solicitan exámenes de glicemia (azúcar en sangre), colesterol, peso y presión arterial. Según la edad y sexo, puede ser necesario también agregar el Papanicolau, mamografía, antígeno prostático y/o colonoscopía.
Durante la evaluación preventiva, también se pueden analizar otras condiciones, como problemas tiroideos, hepáticos o renales y también, infecciones de transmisión sexual. En algunos casos, se consideran estudios adicionales, según los antecedentes y preocupaciones de cada paciente.
A diferencia de lo que muchas personas piensan, este examen preventivo abarca mucho más que sólo exámenes de laboratorio. Tiene 4 aspectos muy importantes, estos son:
Conocer al paciente que lo está solicitando. Se realizan preguntas sobre los antecedentes personales y familiares, relacionados a enfermedades relevantes, estilos de vida y expectativas. Así como también, si existen síntomas físicos y de salud mental.
Un aspecto muy importante que se analiza son los hábitos. Como por ejemplo, la alimentación, la realización de actividad física, el consumo de tabaco y los horarios de sueño, entre otros. Ya que estos pueden constituir factores de riesgo o protectores para algunas patologías.
Realizar un examen físico, el que se dirigirá a los posibles síntomas o molestias comentadas por el paciente. También se evalúan algunos parámetros relevantes, como su presión arterial, peso y talla.
Solicitar exámenes. Se considera todo lo abordado anteriormente, y los estudios siempre son específicos y diferentes para cada persona.
Revisar los exámenes. Habitualmente esto se realiza en una segunda consulta. Se aprovecha el espacio para hacer educación y consejería, se resuelven dudas y se conversa sobre hábitos saludables que pueden ayudar a prevenir riesgos futuros en salud.
Te recomendamos hacerlo anualmente desde los 18 años. Si en la evaluación se encuentran condiciones que lo ameriten, puede ser necesario controlar exámenes o hacer un seguimiento en un tiempo menor.
Si aún no te has realizado un chequeo preventivo, te recomendamos reservar una hora con nuestro servicio de Telemedicina. Nuestros especialistas en medicina familiar, te orientarán y apoyarán para cuidar tu salud desde cualquier lugar.